17 ene 2008

Lectura y motivación


Félix Parajón Fernández
Bibliotecario del Ayuntamiento de Nava
Psicólogo

Las personas constantemente recurren a elementos externos, como la escasez de tiempo o la intromisión en nuestras casas de las pantallas, para justificar su falta de interés para leer textos. Los bibliotecarios nos enfrentamos a estos factores con programas de animación a la lectura cada vez mejor planificados. Sin embargo, en el diseño de los mismos pocas veces incorporamos las “variables-lector”, quizá, como mucho, la edad.

La empresa que quiere ofrecer un servicio, realiza el esfuerzo de ponerse en el lugar del cliente. Le estudia, concretiza su producto y se lo da. Sin embargo, los bibliotecarios trabajamos con una conducta difícil, como es la conducta de leer, y se la ofrecemos a unos potenciales lectores de los que creemos intuir sus necesidades. Lo que hacemos es proyectar nuestros deseos sobre los usuarios, muchos de ellos jóvenes, y les enseñamos el mismo documento indiscriminadamente tanto a los lectores que se sienten capaces de leerlo , como a aquellos para los que un libro es un problema porque pone en peligro su autoestima. Les ponemos libros delante de sus ojos y les decimos: esto es un placer, inténtalo.

En este texto vertimos unas pinceladas sobre la psicología de la motivación.

Es una adaptación, a la conducta de leer, del modelo expectativa-valor de Pintrich y De Groot, basado en las últimas investigaciones de la psicología cognitiva. Son conceptos que pueden ayudar en la metodología de los programas de animación a la lectura.

A pesar de las discrepancias existentes, la mayoría de los especialistas coinciden que la motivación representa “aquello que originariamente determina que una persona inicie una acción (activación), se desplace hacia un objetivo (dirección) y persista en sus tentativas para alcanzarlo (mantenimiento)”. Muchos programas de animación a la lectura se centran en “la dirección” de la citada definición. Seleccionan documentos para ayudar al usuario a elegir entre varias posibilidades lectoras. Pero la animación pretende vincular un documento y un individuo y ha de centrarse tanto en la activación, como en la persistencia de la conducta de leer. Animar, motivar, son términos relacionados con las conductas de las personas para las que trabajamos.

Como podrá el lector observar, se trata de cuestiones altamente complejas para poder dar una respuesta definitiva al tema. No es mi intención hacerlo. Sin embargo quiero ofrecer unas reflexiones sobre aspectos que me parecen de especial interés y que, sabemos hoy, son importantes para explicar algunos fenómenos que ocurren con regularidad en los procesos de trabajo intelectual, entiéndase leer o buscar información en un texto escrito en cualquier soporte.... "sigue".

http://www.asturias.es/Asturias/descargas/PDF%20DE%20TEMAS/REVISTA%20BIBLIOASTURIAS/biblioasturias08.pdf


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