tag:blogger.com,1999:blog-63460048925054252472024-03-28T02:27:48.216-07:00RINCON DEL BIBLIOTECARIOLa idea es crear un espacio para el comentario, la información, la reflexión, el conocimiento y la amistad entre los bibliotecarios del mundo. Se incluyen noticias y notas de actualidad relacionada con el libro, las bibliotecas, los bibliotecarios y el desarrollo personal.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-21285679607698699232016-05-30T18:09:00.000-07:002016-05-30T18:09:07.898-07:00¿Prohibimos ese libro en la biblioteca?<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por: <b>Carles Geli<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><b><br /></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-QVztxQ9qmqE/V0psbTr-ygI/AAAAAAAAGPs/bIr-2L1sUa4MIVpRY4DF2naJLxS_2D7TQCLcB/s1600/bibliotee1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="372" src="https://1.bp.blogspot.com/-QVztxQ9qmqE/V0psbTr-ygI/AAAAAAAAGPs/bIr-2L1sUa4MIVpRY4DF2naJLxS_2D7TQCLcB/s640/bibliotee1.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 9.0pt;">La biblioteca Louis Jouvet, en el norte de
París, tras un ataque en 2007. CH. PLATIAU (REUTERS)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El joven airado aseguró que si el
libro El ala radical del Islam seguía allí en 15 días, lo quemaría</span></b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">. Otro usuario protestó porque se había dejado una sala para que
conferenciara Arnaldo Otegi. Un tercero, portavoz de más vecinos, acusó a la
dirección de querer islamizar la ciudad porque se habían introducido libros en
árabe… También hay concejales que reclaman diarios de Madrid, políticos que exigen
más libros sobre cristianismo y otros que demandan la presencia de ejemplares
firmados por tal o cual presidente…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Son
todos casos que se han dado en bibliotecas públicas de Cataluña y los tres
primeros, en las de El Prat del Llobregat, la Jaume Fuster de Barcelona y la de
Palafrugell. <b>Sí, hay muchos grados de
censura, que siguen bien vigentes en el siglo XXI y mayormente intentando ser
llevados a cabo por la propia ciudadanía</b>. ¿Existe un protocolo en Cataluña
a aplicar cuando un bibliotecario, en la primera trinchera de fuego, se
enfrenta con casos así? “No”, dice tan rotunda como sincera Carme Fenoll, jefa
del Servicio de Bibliotecas del Departamento de Cultura de la Generalitat, que
querría que el colectivo profesional, junto a otros sectores del libro,
“crearan un consejo que pudiera intervenir y marcar pautas”, algo que
el Colegio Oficial de Bibliotecarios-Documentalistas de Cataluña (BD)no ve
mal, con matices.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 14.0pt;">El 45% de las presiones de censura en EEUU <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 14.0pt;">se dan en blibiotecas de escuelas y por <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 14.0pt;">parte de los padres (40%)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Desde la
Generalitat pueden hacer poca cosa, mantiene Fenoll, porque “la red
bibliotecaria catalana es básicamente municipal, lo que deja decisiones sobre
prohibiciones o censuras a merced del criterio e intereses del concejal de Cultura
o del alcalde”, por lo que aboga para que la iniciativa venga de los
profesionales. “No nos lo habíamos planteado pero se propondrá ya en la próxima
junta”, anuncia Daniel Gil, presidente de BD.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Les
llegan pocas quejas de este tipo de presiones, “pero nos consta que existen”,
dice Gil, que asegura que lo afrontan <b>“a
partir de la autorregulación, del buen criterio de los profesionales, que
tienen meridianamente claro que han de ser neutrales, no vetar nada, ofreciendo
libremente información al ciudadano para que sea este el que decida; el marco
es todo lo que quede dentro de la ley”</b>. Y que este modelo funciona lo
prueba que “no estamos teniendo grandes problemas hasta ahora”. Y se la juega,
dice, afirmando sin haberlo comprobado antes: “Seguro que el Mein
Kampf de Hitler no está en la red de bibliotecas”. En efecto: de cuatro
ejemplares, por ejemplo, en el catálogo de la red de bibliotecas
municipales de la Diputación de Barcelona, tres están “excluidos de
préstamo” y un cuarto consta en una “estantería de reserva”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Desde 2005 se han incendiado en París <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 14.0pt;">y sus barrios periféricos 31 bibliotecas<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Gil,
responsable de la Biblioteca Episcopal de Barcelona, no cree, sin embargo, que
sea necesario crear un organismo para regular estas situaciones como sí tiene la American
Library Association (ALA) de EEUU, que analiza las quejas sobre obras
conflictivas. Es más partidario de canalizarlo a través de la propia comisión
deontológica del colegio, que, admite, “aún no se ha reunido este año”, pero
que “podría ampliarse con expertos del sector editorial y jurídico; aunque hay
que huir de un exceso de regulación que acabase con la autonomía que debe tener
cada biblioteca”, alerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los
casos no trascienden (“estas situaciones nos dan un poco de miedo y suelen
silenciarse”, admite Fenoll), pero están. En el colegio profesional saben que
se dan, especialmente, en bibliotecas públicas. Es la misma tipología de
centros que en EEUU, donde un 45% de las presiones se dan en este tipo de
bibliotecas, seguidas de las universitarias (28%) y las escolares (19%). <b>“Ante estos desafíos, se trata de no dejar
solo al bibliotecario que, en muchos casos, no tiene tampoco formación para
afrontarlo; se debe convertir la decisión en algo comunitario, pasando el tema
por el director del centro y el consejo bibliotecario”</b>, expone la
norteamericana Valerie Nyle, especialista en censura en las bibliotecas de su
país y participante de la jornada Nihil Obstat del pasado jueves en
el Born Centro de Cultura y Memoria, en el marco de La Semana de la Cultura
Prohibida que finaliza hoy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Nyle
sabe bien de qué habla porque en EEUU las presiones son infinitas: de media,
reciben unas 250 al año. Y vienen por donde menos se espera: el 40%, de los
padres, mientras que los propios mecenas de las bibliotecas son el segundo gran
foco (27%) y la administración local genera el 10%. Los grupos de presión son
el 6%, mismo porcentaje que los nacidos en el seno de las mismas bibliotecas.
El gobierno federal solo registra el 4% de los incidentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
catálogo de los argumentos recoge todo el abanico ideológico posible de la
intransigencia: sexualidad excesivamente explícita, homosexualidad, anti
familia, satanismo tácito... Nye expone casos que, junto a Kathy Barco, recoge
en el libroTrue Stories of Censorship Battles in America’s Libraries: hay ahí
autocensura de bibliotecarios que eliminan o relegan obras de autores o a
suprimir libros incluidos en lotes de donaciones, como el <span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">Mein
Kampf hitleriano</span>; o el de padre, representante de un grupo
político, que pidió que se retirara de una biblioteca escolar de Miami el
libro <span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">Vamos a Cuba</span> porque daba “una idea demasiado positiva
de la isla”: acabo llevando el caso al Tribunal Supremo y ganó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
casuística a la que se enfrentan los más de 143.000 bibliotecarios de EEUU no
tiene fin en un país donde se han llegado a quemar ejemplares de <span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">Harry Potter </span>por
<b>“contener elementos de satanismo y
ocultismo”</b>; o se vetó <span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">Los juegos del hambre</span>, de Suzanne Collins, por <b>“violenta y sexualmente explícita,
inadecuada para cierto grupo de edad”</b>. Incluso <span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">Caperucita
Roja </span>tuvo problemas en California por el vino que llevaba la niña
en la cesta para su abuelita… Nye ha detectado hasta lo que bautiza como <b>“la censura silenciosa”</b>, cada vez más
frecuente: <b>“Los libros polémicos son
robados de las bibliotecas o pedidos por quien no los retornará”.<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
fenómeno parece invisible. <b>“La censura
fluye con el silencio”</b>, hace notar la experta. La bibliotecaria y socióloga
francesa Martine Poulain está de acuerdo. <b>“En
Francia, la prensa no ayuda demasiado, aunque la culpa es nuestra por no
denunciarlo”</b>, dice. Y así se explica un silencio escalofriante: desde 2005,
en París y sus alrededores se han atacado 31 bibliotecas cuando hay disturbios
en lasbanlieues. “Muchos de los que participaron son usuarios: es preocupante que
ataquen su primer lugar de sociabilidad”, reflexiona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No sabe
de soluciones mágicas, pero tiene claro Poulain que <b>“los bibliotecarios no debemos sustituir a las leyes sino respetarlas:
todo aquello que no esté prohibido legalmente deberíamos de poder tenerlo en
nuestras bibliotecas; nosotros no podemos decidir lo que es bueno o no para los
usuarios; si acaso, son los gobiernos quienes deben prohibir”</b>. Tampoco
quiere dar un discurso pesimista, si bien cree que con
la fatwa a Los versos satánicos de Salman Rushdie, en
1989, “empezó el gran retorno de la censura por motivos religiosos y
políticos”, que culminó hace poco más de un año con el asesinato de los 12
periodistas de Charlie Hebdo, “una situación que había tenido avisos
en 2001 y 2005”, entre otros con los ataques por las caricaturas de Mahoma en
Dinamarca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #e46c0a; font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“Si no se está vigilante, el camino de la libertad de expresión es
hoy, con todo, este”. Habrá que estar preparado.<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoPlainText">
<br /></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
GELI, CARLES, E.E., 2016. ¿Prohibimos ese libro en la biblioteca? <i>EL PAÍS</i> [en línea]. [Consulta: 29 mayo 2016]. Disponible en: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/05/28/catalunya/1464463658_580291.html. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=%C2%BFProhibimos%20ese%20libro%20en%20la%20biblioteca%3F&rft.description=Generalitat%20y%20bibliotecarios%20se%20plantean%20crear%20un%20protocolo%20de%20actuaci%C3%B3n%20ante%20el%20incremento%20de%20las%20presiones%20para%20vetar%20y%20censurar%20productos%20culturales&rft.identifier=http%3A%2F%2Fccaa.elpais.com%2Fccaa%2F2016%2F05%2F28%2Fcatalunya%2F1464463658_580291.html&rft.aufirst=Ediciones%20El&rft.aulast=Geli%2C%20Carles&rft.au=Ediciones%20El%20Geli%2C%20Carles&rft.date=2016-05-28&rft.language=es"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-65873424123877722692013-02-24T19:46:00.003-08:002013-02-24T19:46:39.717-08:00Máquinas sin la magia de antes<div style="text-align: justify;">
</div>
<h4 style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: arial, helvetica, clean, sans-serif; font-size: 12px; font-weight: normal; margin: 0px 0px 12px; padding: 0px; text-align: start;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-weight: normal;">
POR:</span> <em style="font-style: inherit; font-weight: bold; text-transform: uppercase;">PABLO DE SANTIS</em></span></h4>
<span style="color: #f6b26b; text-align: justify;">Los niños, rodeados por la tecnología, no se preocupan tanto por la noción de inteligencia artificial. Sus héroes son Harry Potter y las criaturas de Narnia.</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-ezT1V1_fNO8/USrdOsJsgnI/AAAAAAAADzE/t-lwQcy9b_o/s1600/Maquinas-magia-antes_CLAIMA20121029_0114_4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-ezT1V1_fNO8/USrdOsJsgnI/AAAAAAAADzE/t-lwQcy9b_o/s1600/Maquinas-magia-antes_CLAIMA20121029_0114_4.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 22px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 22px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 22px;">Sé que existen historias de naciones, de literaturas, de juguetes, de jardines botánicos, de asesinos; pero ignoro si hay una historia de la imaginación. De escribirse, veríamos que cada época se ocupa de imaginar aquello que no tiene, o está lejos, o de lo que no sabe nada. Quien ve jugar a un niño, lo primero que nota es que juega con lo que hay a mano; lo segundo, que juega a ser lo que no es, a tener lo que no tiene. Nunca se ha visto a un niño jugar a ser un niño. Así, la imaginación de una sociedad, en una época determinada, nunca se ha fijado en lo que la rodea, sino en lo que está lejos o se esconde en la oscuridad.</span><br />
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 22px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 22px;">La ciencia ficción se propuso ser la historia del futuro mientras las máquinas capaces de viajar por el espacio o de convertirse en memorias infinitas estaban lejos de la realidad. Fue en el momento en que el hombre llegó a la luna cuando la ciencia ficción, en lugar de extender su reinado y entregar a la precisión técnica lo que había sido sueño, se esfumó. Es cierto que se siguieron escribiendo novelas de ciencia ficción, pero ya no con la mirada puesta en mundos lejanos, sino como diversas formas de apocalipsis y como especulación filosófica sobre la memoria y la identidad. El héroe dejó de ser un astronauta para ser un hombre común, un tal X que no sabía muy bien si era en realidad X, si era Y que creía ser X. </span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En los años noventa las computadoras llegaron a los hogares, pero desaparecieron de la literatura popular. Los niños crecidos entre máquinas no se preocuparon por los problemas que plantea la noción de inteligencia artificial ni soñaron con mundos virtuales: sus héroes fueron Harry Potter y las numerosas criaturas de “El Señor de los Anillos” y de las “Crónicas de Narnia”, dos novelas escritas en la década del cincuenta. En estas sagas no hay ningún artefacto tecnológico. Es cierto que algunas de las invenciones de Rowling parecen alegorías cíber, como el mapa inteligente o el periódico cuyas imágenes se mueven. O que alguien podría comparar el ojo de Sauron con Google Earth, pero no es su posibilidad, sino su encantadora imposibilidad lo que reclaman sus lectores.</span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Algo parecido ha ocurrido siempre con la literatura policial. Aunque se finge a menudo que el género negro expresa la violencia de la sociedad, se desarrolló en países centrales –sobre todo en Inglaterra– cuya tasa de crímenes es insignificante en comparación con otras regiones del globo. En los últimos años las novelas suecas se han empeñado en hacernos creer que sus ciudades, sus casas de campo y sus jardines helados son mucho más peligrosas que alguna zona oscura del conurbano bonaerense. </span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el hecho de imaginar hay un incesante gusto por lo que no se sabe, por lo que no se ha logrado. La literatura expresa experiencias, pero no expresa ninguna con más fuerza que la experiencia de no tener experiencias, el ansia de vivir lo que aún no se ha vivido. Cervantes lo tuvo en claro cuando hizo de su héroe un lector de novelas de caballería. Alonso Quijano no representa a los hidalgos empobrecidos; representa a todos los que leemos el Quijote. Representa a quien quiere ver molinos cuando puede ver gigantes.</span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La cultura se comporta muy a menudo como el niño que después de pasar horas frente a la computadora se deja llevar por Narnia o por la Tierra Media, donde puede estar seguro de que va a encontrar árboles que caminan o espectros de guerreros o unicornios, pero ninguna computadora. Así, una vez que entraron en nuestras casas, las computadoras fueron desterradas del imaginario. La HAL de “2001 – Una odisea espacial” podía resultar terrorífica para un espectador de principios de los 70. A un espectador actual, acostumbrado a que el sistema se cuelgue y el técnico en computación postergue su visita como Godot, la HAL le resultaría apenas fastidiosa.</span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"></span><br />
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<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cada época juega a encontrar sus propios jeroglíficos; una vez descifrados, el interés se pierde por completo. Para la ficción, la tecnología ha perdido su capacidad de hechizo. Los nuevos dispositivos pueden estar en la carta a Papá Noel o en la lista de casamiento, junto a la multiprocesadora y el secador de pelo, pero no en la imaginación. Las formas de la ficción popular ya no inventan nuevos aparatos, máquinas de realidad virtual o cosas semejantes. Si prestamos atención a los productos exitosos de la televisión y el cine de los últimos años (“Lost”, “The Walking Dead”, “Los juegos del hambre”, además de todos los relatos épicos, como las “Crónicas de Narnia”, “El Señor de los Anillos” y “Juego de tronos”, por citar sólo algunos) vemos que se trata siempre de fantasías regresivas: situaciones en las que, debido a las condiciones de la época o a alguna catástrofe imprevista, la tecnología no existe o ha dejado de contar, y el hombre está librado a su suerte. </span></span></div>
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<span style="color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"></span><br />
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<span style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; line-height: 22px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ni siquiera la serie “Homeland”, que ya se puede ver en cable, es la excepción: su heroína tiene todos los dispositivos posibles para observar a un hombre, al que cree enemigo. Pronto descubre que son inútiles, porque no pueden mostrar lo que hay en el interior de la cabeza de su adversario. Finalmente comprueba que tampoco puede saber lo que ella misma tiene en la cabeza. Solos o en grupo, todos estos personajes son Robinson Crusoe. Sobrevivientes de una catástrofe aérea o de una peste de muertos vivos, los aturdidos héroes terminan por mirar los viejos planos de papel. En la ficción contemporánea, el GPS ya no tiene señal.</span></span></div>
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http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Maquinas-sin-magia-antes_0_800920060.html<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0