tag:blogger.com,1999:blog-63460048925054252472024-03-28T02:27:48.216-07:00RINCON DEL BIBLIOTECARIOLa idea es crear un espacio para el comentario, la información, la reflexión, el conocimiento y la amistad entre los bibliotecarios del mundo. Se incluyen noticias y notas de actualidad relacionada con el libro, las bibliotecas, los bibliotecarios y el desarrollo personal.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.comBlogger13125tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-51233085304982016982013-05-20T05:41:00.002-07:002013-05-20T05:41:59.360-07:00Hace 80 años el nazismo perpetraba su mayor quema de libros<br />
<h2 class="txt35 color000 MT10 MR10" style="background-color: white; border: 0px; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; font-size: 18px; font-weight: normal; line-height: 22px; margin-bottom: 0px !important; margin-left: 0px !important; margin-right: 10px; margin-top: 10px !important; outline: 0px; padding: 0px !important;">
<span style="color: #e69138;">Pero no sólo se quemaron libros en la antigua Opernplatz (la plaza de la ópera) de Berlín: en más de 20 ciudades de Alemania los nazis se lanzaron a la caza de la cultura, de muchos de los escritores más conocidos de esos años y de sus obras.</span></h2>
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-Eo9E9qw7ahA/UZoZKDMKZAI/AAAAAAAAEJA/nSgsUgERNmk/s1600/quema-de-libros.jpg.520.360.thumb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-Eo9E9qw7ahA/UZoZKDMKZAI/AAAAAAAAEJA/nSgsUgERNmk/s1600/quema-de-libros.jpg.520.360.thumb.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: #f2f2f2; font-family: Tahoma, Geneva, sans-serif; font-size: 11px; text-align: left;"><span style="color: blue;">La censura a la lectura a través de la quema de libros es una práctica propia de regímenes totalitarios</span></span></div>
<div>
<div class="MT10 PB10 txt69 PL5 PT10" style="background-color: white; border: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px !important; outline: 0px; padding-bottom: 10px !important; padding-left: 5px; padding-right: 0px; padding-top: 10px !important;">
<div class="color000" style="border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="color000" style="border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">EL UNIVERSAL</span></div>
<div class="color000 PT10" style="border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 10px !important; text-align: justify;">
<strong class="color000" style="border: 0px; font-family: Verdana, sans-serif; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px;">Berlín.-</strong><span style="color: #666666; font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="color: #666666; font-family: Verdana, sans-serif;">Un espacio blanco y vacío, un hueco en el suelo en medio de la céntrica plaza Bebel de Berlín. A través de un vidrio, quienes se asomen verán los estantes de una biblioteca, en la que sin embargo no hay libros. Con esta angustiante instalación, el israelí Micha Ullman recuerda la quema de la cultura perpetrada hace 80 años por los nazis.</span></div>
</div>
<div class="PR10 txt51 color666" style="background-color: white; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 10px 0px 0px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero no sólo se quemaron libros en la antigua Opernplatz (la plaza de la ópera) de Berlín: en más de 20 ciudades de Alemania los nazis se lanzaron a la caza de la cultura, de muchos de los escritores más conocidos de esos años y de sus obras.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los modos de la persecución recuerdan el Medioevo. Apenas habían transcurrido tres meses desde que Adolf Hitler tomara el poder, y ya podían verse las hogueras: la "Revolución nacionalsocialista no iba a detenerse ante los escritorios en los que se escribe y crea poesía", según las palabras con que el autor nazi Hanns Johst hablaría de los sucesos poco después.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La quema de libros fue el punto más álgido al que llegó la planeada "Acción contra el espíritu antialemán", pero ese 10 de mayo no fue la primera vez que ocurrió en la historia alemana: en 1817, estudiantes nacionalistas alemanes habían conmemorado la Batalla de las Naciones contra las tropas de Napoleón echando al fuego el "Código napoleónico" y obras de autores judíos.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">"Fue sólo un preludio: donde se queman libros, se acabará por quemar personas", escribió al respecto el poeta Heinrich Heine (1797-1856). La historia le dio la razón: la quema de libros por parte de los nacionalsocialistas fue sólo un preludio del asesinato de los judíos de Europa.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mucho antes de la persecución abierta, los nazis habían comenzado ya a hostigar a los autores y obras que les resultaban desagradables. Lo hicieron con la novela antibélica "Sin novedad en el Frente" y con su autor, Erich Maria Remarque, a quien sepultaron mediante una campaña de desprestigio sin precedentes.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Hamburgo, los estudiantes quemaron en 1929 públicamente el Tratado de Versalles y la Constitución de Weimar. En 1931 se llevó adelante un proceso contra Carl von Ossietzky, editor de la revista política "Die Weltbühne". Más tarde, el periodista y pacifista sería encarcelado en un campo de concentración en condiciones a las que no sobrevivió.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con la quema de libros, el régimen nazi quería ganar las universidades para su ideología de "sangre y suelo", a la que también estudiantes y profesores debían dar muestras de lealtad. A partir del mes de abril de 1933, el estudiantado alemán hizo un llamamiento a las universidades a movilizarse contra la "espíritu de descomposición judío".</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los estudiantes, como "fuerza de asalto espiritual" y las bibliotecas públicas de la ciudad debieron participar en la "limpieza": en todas las universidades se habían formado "comités de lucha". Todo el mundo debía revisar la propia biblioteca en busca de la literatura de la descomposición.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El llamamiento encontró oídos dispuestos. Los jóvenes que hacia 1930 habían alcanzado la edad adulta se habían habituado a ver el mundo en términos de enemigos y aliados. "El antisemitismo se transformó en uno de los bienes comunes de los alemanes", escribió el historiador Götz Aly en su libro "¿Por qué los alemanes? ¿por qué los judíos?".</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El comercio de libros apoyó activamente a los nazis cuando hicieron su selección: en el boletín de los libreros alemanes se publicó la lista de autores prohibidos. Libros de Heinrich Mann, Erich Kästner, Arthur Schnitzler, Lion Feuchtwanger, Kurt Tucholsky o Sigmund Freud se catalogaban de "inmorales" y "decadentes".</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La presión sobre las bibliotecas era enorme, y su creciente intensidad el resultado de un cuidadoso plan. El 6 mayo los nazis organizaron saqueos de bibliotecas y librerías, y secuestraron miles de libros. Solamente en Berlín se hicieron con más de diez mil obras en el ataque al instituto del sexólogo Magnus Hirschfeld.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde la antigua Königsberg (Kaliningrado) a Karlsruhe, las acciones se llevaron a cabo según un mismo patrón: el 10 de Mayo los estudiantes se reunieron en el centro de la ciudad a la luz de antorchas. La destrucción estaba dirigida a los fundamentos intelectuales de la República de Weimar, odiada por los nazis. La nación debe demostrar que se "ha limpiado internamente y externamente", dijo el jefe de propaganda nazi, Joseph Goebbels.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como preparación se escribieron y distribuyeron 12 consignas que se recitaron durante la quema, referidas al tipo de libros que se incineraban. "Contra de la lucha de clases y el materialismo, por la comunidad nacional y de vida idealista" fueron, por ejemplo, las palabras con que los escritos de los teóricos del comunismo Karl Marx y Karl Kautsky se echaron a las llamas.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Berlín, los estudiantes se trasladaron con antorchas hasta la Universidad, en la Oranienburger Strasse. Ahí los esperaban camiones cargados con cerca de 25.000 libros. Desde ahí la caravana se trasladó a la Plaza de la Opera.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La atmósfera era de carnaval: una orquesta tocaba música, miles de espectadores se alineaban en la ruta para ver el fantasmal ritual. Entre las aproximadamente 70.000 personas había profesores vestidos con sus togas, miembros de organizaciones estudiantiles, asociaciones de las SA, las SS y las Juventudes Hitlerianas.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como llovía, los nazis tuvieron que usar gasolina para prender el fuego. Cuando a la mañana siguiente entró en acción el servicio de limpieza, de los 20.000 libros sólo quedaban cenizas. Un año más tarde, más de 3.000 títulos habían pasado a integrar las "listas negras".</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: rgb(102, 102, 102) !important;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">"Es una sensación de lo más extraña ser un escritor prohibido y no volver a ver los libros que uno escribió en las estanterías y las librerías", escribió Erich Kästner tiempo después. "En ninguna ciudad del país. Ni siquiera en la propia ciudad donde uno nació. Ni siquiera para Navidad, cuando los alemanes recorren las calles nevadas en busca de regalos".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Fuente:<a href="http://www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/cultura/130508/hace-80-anos-el-nazismo-perpetraba-su-mayor-quema-de-libros">http://www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/cultura/130508/hace-80-anos-el-nazismo-perpetraba-su-mayor-quema-de-libros</a></div>
</span></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-60697111913983778102013-05-02T10:04:00.000-07:002013-05-02T10:04:36.024-07:00El libro imposible de quemar y 10 que fueron calcinados<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-TvrkFrQl3hk/UYKYIJgN7kI/AAAAAAAAEEA/4HnZyRwKt7o/s1600/quema_de_libros_portada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-TvrkFrQl3hk/UYKYIJgN7kI/AAAAAAAAEEA/4HnZyRwKt7o/s1600/quema_de_libros_portada.jpg" /></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hubo periodos en la historia de la humanidad en los cuales
leer ciertos libros que no eran aceptados por el gobierno, la iglesia o algún
régimen establecido, era visto como un crimen, como un pecado. ¿Qué hacían para
prohibir la lectura a las personas?<span style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span><br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #ff9900; color: white; font-family: arial; font-size: 12px; text-align: -webkit-left;">La quema de libros es una práctica que ha empañado la historia de la humanidad en diversas épocas</span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La iglesia y los gobiernos tenían una forma particular de
desaparecer esos "textos prohibidos", los quemaban para que no
quedara rastro de aquellas letras insulsas; sin embargo, hubo quienes pensaron
en aquel castigo y crearon un material para que los libros no pudieran
quemarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: blue;">Cuando se estrenó el libro </span><b><span style="color: red;">Fahrenheit 451</span></b><span style="color: blue;"> se crearon algunos ejemplares que eran
resistentes a fuego. De acuerdo a lo publicado por el
sitio pijamasurf.com, la editorial Ballantine realizó en la década de los
50 una edición de Fahrenheit 451 en asbesto, esto para prevenir la quema, por
si en algún momento la sociedad decidiera deshacerse de estos libros, por lo
menos unos cuantos sobrevivieran al fuego.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-oHBzJFuRB3I/UYKYlT05PoI/AAAAAAAAEEI/wHiO-7a_YmA/s1600/Bradbury451Limited.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-oHBzJFuRB3I/UYKYlT05PoI/AAAAAAAAEEI/wHiO-7a_YmA/s1600/Bradbury451Limited.jpg" height="238" width="320" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ray Bradbury tituló <span style="color: red;"><b>Fahrenheit </b></span><st1:metricconverter productid="451 a" w:st="on"><span style="color: red;"><b>451</b></span> a</st1:metricconverter> las más célebre de sus
novelas: se trata de la temperatura a la cual arde el papel, lo cual hace
alusión a una sociedad en la que leer está prohibido y en las ciudades hay
cuerpos similares a bomberos que, en vez de apagar incendios, se ocupan en
crear hogueras donde queman cuantos libros se encuentren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tomando este motivo central del relato, la editorial
Ballantine hizo una de las versiones más notables de <span style="color: red;"><b>Fahrenheit 451</b></span>, publicando
el libro en nada menos que asbesto, un material que resiste el fuego y que
haría prácticamente imposible la reducción a cenizas del ejemplar. Actualmente
existen unos 2 mil ejemplares de esta edición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo hubo muchos libros que no corrieron con esta
suerte y los sitios prensalibreliterario.com y 20minutos.es hacen
un recuento de estos años en donde leer estaba prohibido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>1.</b> La quema de libros y asesinato de
académicos en <st1:personname productid="la China" w:st="on">la China</st1:personname>
de Qin Shi Huang en el año <st1:metricconverter productid="212 a" w:st="on">212
a</st1:metricconverter>. C., donde muchos intelectuales que desobedecieron la
orden fueron enterrados vivos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>2.</b> Los libros de Alquimia de la
enciclopedia de Alejandría fueron quemados en 292 por el emperador Diocleciano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>3.</b> En el año 367, Atanasio, el
obispo rebelde de Alejandría, emitió una carta de pascua en la cual exigía que
los monjes egipcios destruyeran todos aquellos escritos inaceptables, excepto
aquellos que él particularmente etiquetó como aceptables y canónicos. Esa lista
es lo que actualmente constituye el Nuevo Testamento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>4.</b> Los textos heréticos no
aparecieron como palimpsestos, borrados o sobrescritos como los textos paganos;
de esta manera muchos textos de principios de la era cristiana se perdieron
como si estos hubieran sido públicamente quemados. El Evangelio de Judas
recientemente redescubierto en Egipto, fue un libro que se perdió mediante esta
práctica de destrucción privada de información.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:metricconverter productid="5. A" w:st="on"><b>5.</b> A</st1:metricconverter> finales del siglo XV se produjo
en Florencia una importante quema de libros y obras artísticas de considerable
valor, considerados todos ellos inmorales, en la llamada "Hoguera de las
vanidades", promovida por Girolamo Savonarola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>6.</b> La quema de los manuscritos o
códices mayas por el sacerdote Diego de Landa en la localidad de Maní, en
Yucatán, el 12 de julio de 1562.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:metricconverter productid="7. A" w:st="on"><b>7.</b> A</st1:metricconverter> comienzos del siglo XVI, los
andalusíes de la península ibérica tenían la obligación de entregar a las
autoridades castellanas los libros escritos en árabe, siéndoles devueltos los
que versaran sobre medicina, filosofía o historia, y quemados los demás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">8. También durante <st1:personname productid="la Segunda Guerra" w:st="on">la Segunda Guerra</st1:personname>
Mundial se dio la quema de libros de autores judíos por parte de los nazis,
desde 1930 hasta 1945 en Alemania.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>9.</b> En Chile, después del golpe de
Estado del 11 de septiembre de 1973, los militares chilenos requisaron y
quemaron miles de libros de política. En febrero de 1987 el Ministerio del
Interior chileno sólo admitió haber quemado 15 mil copias de Las aventuras de
Miguel Littín clandestino en Chile el 28 de noviembre de 1986, en Valparaíso,
bajo órdenes del dictador Augusto Pinochet.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>10.</b> El 29 de abril de 1976, Luciano
Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército a cargo del proceso de
Reorganización Nacional (Golpe de Estado Argentino) con asiento en Córdoba,
ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de
Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry,
Galeano... Dijo que lo hacía "a fin de que no quede ninguna parte de estos
libros, folletos, revistas... para que con este material no se siga engañando a
nuestros hijos".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Cómo calificarías el acto de quemar un libro?<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Qué otro texto recuerdas fue prohibido?</span><span style="font-family: Verdana; font-size: small;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: left;">
Fuente: <a href="http://de10.com.mx/historia-mitos/2013/libros-censurados-16160.html">http://de10.com.mx/historia-mitos/2013/libros-censurados-16160.html</a></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-57624724297234770352012-03-06T20:03:00.000-08:002012-03-06T20:03:17.980-08:00Megaupload y la quema de libros<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-YhxtKyq6kOk/T1bddY90qBI/AAAAAAAACWk/38s22YXDrFY/s1600/megaupload-fire.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://3.bp.blogspot.com/-YhxtKyq6kOk/T1bddY90qBI/AAAAAAAACWk/38s22YXDrFY/s400/megaupload-fire.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">A lo largo de la historia las autoridades políticas y
religiosas han ordenado la quema de libros contrarios al sistema o a su
ideología. El objetivo de esta quema era proteger el <b>status quo</b> e impedir que la población se <b>"contaminase"</b> con otras ideas o doctrinas. Esta
destrucción de libros ha acabado con obras de incalculable valor cultural que
se han perdido a lo largo de la historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">A día de hoy en los países occidentales la quema de libros
ya es algo del pasado, al menos la quema de libros dirigida desde el poder,
siempre quedan sujetos o determinados grupos de fanáticos que destruyen libros,
pero son acciones con valor simbólico ya que la obra repudiada no se pierde en
sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Con el cierre de <b>Megaupload</b> por
parte de las autoridades judiciales americanas se va a producir un borrado
masivo de ficheros de los servidores que tenía esta empresa, ficheros que según
la policía son en su mayor parte obras protegidas por los derechos de autor, el
problema es la otra parte, la parte minoritaria perteneciente a millones de
autores. ¿Cuantas creaciones propias e únicas de los usuarios van a ser
destruídas? Desde una pequeña poesía a una novela abandonada y olvidada en los
recovecos del servidor. ¿Y si alguno de estos contenidos es en realidad una
obra maestra que se va a perder para siempre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">La mayoría de las quemas de libros han sido hechas por
gente que estaba convencida de que obraba bien y de acuerdo con la ley vigente
en ese momento. Lo mismo sucede con el cierre de <b>Megaupload.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">¿Pasará el cierre de <b>Megaupload </b>a la historia cómo la primera gran quema de libros
digital?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
Fuente: <a href="http://gabicuesta.blogspot.com/2012/03/megaupload-y-la-quema-de-libros.html">http://gabicuesta.blogspot.com/2012/03/megaupload-y-la-quema-de-libros.html</a>
</div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-76930654210869013722011-09-08T10:51:00.000-07:002011-09-22T04:53:53.163-07:00233libros.com<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: <b>Ernesto Della Riva</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><br /></b></span><br />
<blockquote>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es preciso recordar la conocida novela de <b style="font-weight: bold;"><a class="ven" href="http://www.ciencia-ficcion.com/glosario/t/temperat.htm" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-image: url(http://www.ciencia-ficcion.com/imag/mnu_ven.gif); background-origin: initial; background-position: 100% 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; color: #a00000; padding-right: 13px; text-decoration: none;">Ray Bradbury</a></b> <i style="font-style: italic;"><a class="ven" href="http://www.ciencia-ficcion.com/glosario/t/temperat.htm" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-image: url(http://www.ciencia-ficcion.com/imag/mnu_ven.gif); background-origin: initial; background-position: 100% 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; color: #a00000; padding-right: 13px; text-decoration: none;">FAHRENHEIT 451.</a></i> Este título, tal como reveló el propio autor, se debe a que ésta es la temperatura (<b>equivalente a unos 233</b> <a href="http://www.ciencia-ficcion.com/glosario/g/gradcent.htm" style="background-color: transparent; color: #a00000; text-decoration: none;"><b>grados centígrados</b>)</a> a la que arde el papel; recordemos que en la sociedad imaginada por <b style="font-weight: bold;">Bradbury</b> la lectura es algo prohibido, de forma que todos los libros son condenados a la hoguera. </span></blockquote>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><br /></b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><a href="http://www.233libros.com/" style="color: black; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-decoration: underline;">233libros.com</a> es el primer proyecto literario 2.0. Es un web sobre libros donde lo que prima es la decisión del lector. Con este proyecto se pretende hacer un escrutinio de la literatura actual, algo similar a lo que ya hicieran el cura y el barbero en el <em style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Capítulo VI del Quijote</em>.<a href="http://www.233libros.com/" style="color: black; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-decoration: underline;">En 233libros.com</a> los lectores deciden. Puedes votar qué libros merecen el castigo del fuego o cuáles merecen un lugar en las bibliotecas. Cuando un libro llega a<span class="Apple-style-span" style="color: red;"> 233 votos negativos se quema en <em style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">la hoguera</em></span>. Si recibe <span class="Apple-style-span" style="color: blue;">233 votos a favor, se envía para siempre a nuestra <em style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Biblioteca</em>.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><br /></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Fuente:</span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> </span></span><a href="http://233libros.lainformacion.com/">http://233libros.lainformacion.com/</a><br />
<div class="navigation" style="font-size: 10px; margin-bottom: 30px; margin-left: 15px; margin-right: 15px; margin-top: 30px; overflow-x: hidden; overflow-y: hidden; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: center;">
<ol class="wp-paginate" style="float: right; list-style-image: initial; list-style-position: initial; list-style-type: none; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<li style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-image: none; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; display: inline; float: left; list-style-image: initial; list-style-position: initial; list-style-type: none; margin-bottom: 0px; margin-left: 1px; margin-right: 1px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"><span class="title" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"></span></li>
<li style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-image: none; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; display: inline; float: left; list-style-image: initial; list-style-position: initial; list-style-type: none; margin-bottom: 0px; margin-left: 1px; margin-right: 1px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"></li>
</ol>
</div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-11267053151004930402011-04-07T12:11:00.000-07:002011-04-07T12:11:46.801-07:00Libros en llamas<br />
<h2 style="cursor: help; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-weight: normal;">Por:</span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Mariola Cubells</strong></span></span></span></h2>
<h2 style="color: #333333; cursor: help; font-family: arial; font-size: 15px; font-weight: bold; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Quemar la páginas: la quema de un Corán en EE UU provocó hace unos días una matanza en Afganistán | La historia de la humanidad está plagada de aberraciones para acabar con el libro</h2>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div class="content" style="font-family: arial; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<div class="body" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: red;">"Allí donde queman libros, acaban quemando hombres".</span> Lo dijo el poeta romántico <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Heinrich Heine</strong> en su tragedia Almansor en 1821.</div>
<div class="separator" style="clear: both; font-size: 14px; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-BpvbvCnodqw/TZ4LL5k2wII/AAAAAAAACBQ/X8lSX0yIUmI/s1600/5.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-BpvbvCnodqw/TZ4LL5k2wII/AAAAAAAACBQ/X8lSX0yIUmI/s320/5.jpg" width="228" /></a></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Y sólo hace falta fijarse en la triste historia de la destrucción de libros, por la mano del hombre, para comprobarlo. La <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Inquisición española. El nazismo. La censura franquista.</strong> El letal régimen iraní. Las dictaduras latinoamericanas. Los gobiernos despóticos, como el de Mao, en China. Todos quemaron libros. Y luego quemaron hombres.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
¿Qué tienen los libros para provocar ese <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">delirio asolador en los humanos</strong>, desde siempre? El ensayista Fernando Báez regala en su obra<a href="http://www.planetadelibros.com/historia-universal-de-la-destruccion-de-libros-libro-1265.html" style="color: #364e93; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;" target="_BLANK"><strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"><i>Nueva historia universal de la destrucción de libros,</i></strong></a> memorable y demoledora, respuestas a esta pregunta.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Y abre otras tantas, tras poner por escrito esta perversa y desoladora cronología, la de los libros que el hombre ha perseguido, quemado, aniquilado, <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">con saña, odio y brío</strong>, hasta la náusea. Una obra que, según Umberto Eco, "da escalofríos".</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Está pasando ahora</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
En 2010 todo el alto mando y político de EEUU se movilizó para pedir al pastor religioso<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"> Terry Jones</strong>, que desistiera de su empeño de<a href="http://www.adn.es/internacional/20100909/NWS-1790-Pastor-Coran-internacional-renuncia-presion.html" style="color: #364e93; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;" target="_BLANK"><strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"> quemar el Corán</strong> en el aniversario del 11-S</a>. En aquel momento se pensó que se estaba exagerando.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Hace una semana, ese mismo pastor de Florida, prendió fuero al Corán y provocó este titular: "<a href="http://www.adn.es/internacional/20110402/NWS-0363-Afganistan-Coran-protestas-segundo-muertos.html" style="color: #364e93; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;" target="_BLANK">Siete empleados de la ONU muertos en Afganistán por la quema de un Corán en EEUU</a>". Luego hubo más muertos y más heridos. Y las protestas airadas y violentas continúan.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Báez recoge en su libro aquel primer intento, y como si de un visionario se tratara dice, "Sólo la destrucción de un símbolo sagrado puede provocar <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">una guerra en el siglo XXI"</strong>. O como dijo una poetisa, tras la destrucción de la Biblioteca Nacional de Sarajevo: <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">"cada libro destruido es un pasaporte al infierno".</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">El primer libro</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Aparecieron en Súmer en el mítico Cercano Oriente, en <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Mesopotamia</strong>, al sur de Irak. Eran de arcilla y desaparecieron por desastres naturales o por la mano violenta del hombre.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Así que hubo que mejorar los materiales para que no se perdieran los textos y nacieron las tablillas. Pero la biblioteca de Ebla, en Siria fue atacaba y las tablillas reducidas a fragmentos.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Luego se destruyeron <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">las bibliotecas de Babilonia,</strong> llegó la quema de<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"> Persépolis</strong>, la desaparición de los primeros papiros, la quema de documentos secretos. La pérdida del <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">75% de toda la literatura, filosofía y ciencia griega.</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Los ataques y la destrucción final de la mítica biblioteca de Alejandría y la desaparición de cientos de obras de<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"> Aristóteles.</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Inquisición maldita</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Llegó el fervor medieval y otros fervores, que también arrasaron con los libros; las quemas del Corán en<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"> la España de la Reconquista</strong>. Y de pronto, la <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Inquisición</strong>, una de las instituciones judiciales religiosas más severas que ha creado el hombre para combatir la disidencia y el pensamiento heterodoxo.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
Sus desmanes se siguen usando como coletillas para citar los actos de censura. Ella dio paso a las condenas de astrólogos, a la destrucción de libros durante la <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Revolución Francesa</strong>...</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Nefasto siglo XX </strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
La Guerra Civil española dejó un legado devastador que se alargó durante los <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">40 años de franquismo</strong>: un férreo control sobre libros subversivos, sobre autores con ideas propias.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
El régimen<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"> depuró bibliotecas y bibliografías</strong>, persiguió, y mató, a escritores desafectos.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
En 1933 empezó lo que Fernando Báez llama el <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">bibliocausto nazi:</strong> el temible <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Joseph Goebbels,</strong> antes de echar 25.000 libros prohibidos (y tras deportar a sus autores), a una hoguera encendida con queroseno en <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">la Noche de la quema</strong>, pronunció esta frase para la historia: "El pasado perece en las llamas, los nuevos tiempos renacen de esas llamas". </div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">La era digital</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
El libro electrónico no se puede quemar. Una buena noticia, en principio. Ahora bien, no hay que ser del todo optimistas, según Báez. En la era digital, la formas de <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">censura se han incrementado en el ciberespacio</strong>: "la Inquisición ya no porta antorcha, ahora es un <strong style="font-style: normal; font-weight: bold;"><i>software </i></strong>automático de restricción o alteración de contenidos".</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">LAS CLAVES</strong></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Bibliocausto.</strong> Un neologismo usado para aludir a la destrucción de libros. Es un intento por aniquilar una memoria que constituye una amenaza directa o indirecta a otra memoria que la que se supone superior.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">'1984'.</strong> George Orwell presentó en esta obra un estado totalitario donde un departamento oficial destruía el pasado. Los libros se reescribian y los originales se quemaban en hornos ocultos para salvar a la sociedad del enemigo.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">'Farenheit 451'.</strong> Ray Bradbury, en 1953 imaginó un futuro en el que un cuerpo de bomberos se encargaba de quemar los libros para evitar que perturbaran la ortodoxia del sistema imperante. El título hace referencia a la temperatura a la que arde el papel.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Títulos censurados</strong>. 'El gran Gatsby', de Fitzgerald; 'El guardian en el centeno' de Salinger; 'Las uvas de la ira', de Steinbeck; 'Ulises', de Joyce; 'El señor de las moscas', de Golding; 'A sangre fría', de Capote; 'Madame Bovary', de Flaubert.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Por qué los destruyen.</strong> Dice Báez que los libros son emboscadas contra la impunidad, contra el dogmatismo, contra la manipulación, contra la desinformación y por tanto estorban tanto a los poderosos que los destruyen, los arruinan o los vueven inaccesibles."Los libros son trincheras de la memoria y la memoria es la base de la lucha por la equidad y la democracia", apunta.</div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<strong style="font-style: normal; font-weight: bold;">Quiénes los odian.</strong> Los dogmáticos. Su concepción del mundo es uniforme e irrefutable. "Nosotros y ellos", serían su lema. No persiguen al libro como objeto físico sino como vínculo de memoria, como uno de los ejes de la identidad de un hombre o de una comunidad.</div>
<div class="separator" style="clear: both; font-size: 14px; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Fuente: <a href="http://www.adn.es/cultura/20110405/NWS-1786-libros-quema-llamas.html">http://www.adn.es/cultura/20110405/NWS-1786-libros-quema-llamas.html</a></span></div>
<div style="cursor: help; font-size: 14px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
</div>
</div>
</div>
<div class="t1" style="clear: both; display: block; font-family: arial; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; width: 640px;">
<div class="tags clearfix" style="clear: both; display: block; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<dl style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"></dl>
</div>
</div>
</div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-1409555217784036482010-11-08T10:39:00.000-08:002010-11-08T10:39:11.306-08:00Quemar antes y después leer<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: Francisco Machuca</span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></b><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_K2NLl6FMdR4/TNavU8cS3sI/AAAAAAAAB90/Xr_weIG0ovM/s1600/quemarlibrosbueno2.jpg" style="color: #6c82b5; text-decoration: none;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5536805566255652546" src="http://2.bp.blogspot.com/_K2NLl6FMdR4/TNavU8cS3sI/AAAAAAAAB90/Xr_weIG0ovM/s400/quemarlibrosbueno2.jpg" style="border-bottom-color: rgb(204, 221, 238); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 0px; border-left-color: rgb(204, 221, 238); border-left-style: solid; border-left-width: 0px; border-right-color: rgb(204, 221, 238); border-right-style: solid; border-right-width: 0px; border-top-color: rgb(204, 221, 238); border-top-style: solid; border-top-width: 0px; display: block; height: 300px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; padding-bottom: 4px; padding-left: 4px; padding-right: 4px; padding-top: 4px; text-align: center; width: 400px;" /></a></span><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yo sostengo que el libro no es destruido como objeto físico sino como vínculo de memoria. Ese vínculo poderoso entre libro y memoria hace que un texto deba ser visto como pieza del patrimonio cultural de una sociedad, y, por supuesto, de la humanidad entera. Hacia el año 213 a. C., el emperador <strong>Shi</strong> <strong>Huandi</strong> hizo destruir todo libro que pudiera recordar el pasado. </span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En su novela 1984, <strong>George</strong> <strong>Orwell</strong> presentó un Estado totalitario donde su departamento oficial se dedica a descubrir y borrar todo pasado. Pero no siempre fue así. Es un error frecuente atribuir las destrucciones de libros a hombres ignorantes. </span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por ejemplo, <strong>Platón</strong> quemó obras y hay suficientes razones para pensar que llegó hasta el extremo de negar todo discurso que no fuese valorado por la verdad (la verdad de su sistema). <strong>Eróstratos</strong> comenzó su incendio (El Templo de Ártemir) en el interior del templo, en el área de los registros escritos, donde estaba el libro de <strong>Heráclito</strong>. Uno de los fragmentos de <strong>Heráclito</strong> anunció: "<em>Todas las</em> <em>cosas juzgará el fuego al llegar y condenará a todos." </em>Es irónico que su manuscrito haya sido destruído por una irreverente devoción hacia esta máxima apocalíptica. <strong>Séneca</strong>, quién atribuyó a las tropas de <strong>Julio César</strong> la quema de cuarenta mil libros, restó importancia a las destrucciones, porque le disgustaba los "<em>demasiados libros</em>". "<em>Sufrimos de exceso de literatura, como el exceso de todas las cosas."</em> </span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La caída del Imperio Romano empeoró la paciente labor de conservación.<strong>Alarico</strong> tomó Roma con sus hordas bárbaras el 410 d. C. Desde el 24 de agosto, día del suceso, hasta una semana después, la ciudad fue saqueada sin piedad. Los papiros sirvieron como lumbre en las orgías.</span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La quema de libros es un tema que ejerce una tremenda fascinación sobre<strong>Ray</strong> <strong>Bradbury</strong>. Se ha referido a él en varios de sus cuentos y en su famoso <strong>Fahrenheit 451</strong>. Lo que Bradbury crea es una distopía bastante ingenua. Su personaje, un bombero que tiene la obligación de quemar libros, cuyos antiguos propietarios son enviados al hospicio o la cárcel. A pesar de sí mismo, Montang tiene aspiraciones intelectuales y poéticas. Es un libro muy directo, una explosión de cólera contra la manipulación de los medios de comunicación masiva del siglo XX. Televisión, música pop, historietas, compendios, el deporte como mero espectáculo: Bradbury está en contra de todo eso, y si hubiera escrito el libro cincuenta años más tarde, habría incluído, sin duda alguna, los videojuegos, el ordenador, internet y Facebook. No puede extrañar que el mensaje de esta novela haya atraído a los maestros de escuela y otros "Guardianes de la Cultura" en todo el mundo.</span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5536805133183619106" src="http://3.bp.blogspot.com/_K2NLl6FMdR4/TNau7vH4ECI/AAAAAAAAB9s/6tHGy5nmh-8/s400/quemarlibros1.jpg" style="border-bottom-color: rgb(204, 221, 238); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 0px; border-left-color: rgb(204, 221, 238); border-left-style: solid; border-left-width: 0px; border-right-color: rgb(204, 221, 238); border-right-style: solid; border-right-width: 0px; border-top-color: rgb(204, 221, 238); border-top-style: solid; border-top-width: 0px; color: #333333; display: block; height: 371px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; padding-bottom: 4px; padding-left: 4px; padding-right: 4px; padding-top: 4px; text-align: center; width: 302px;" /><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;">Bradbury no escribió una novela del futuro sino del pasado. Desde las tablillas de arcilla, pasando por el papiro y acabando en la Segunda Guerra Mundial, se destruyeron muchos libros, pero después de la guerra el proceso de destrucción se encaminó hacia otra vertiente más sutil que Bradbury no supo ver. La mayor ironía es que no hubo un país en el mundo que condenara con tanto ahínco las quemas de los nazis como Estados Unidos, que después de la Segunda Guerra Mundial, también quemó libros. </span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Bradbury no vio que incluso sociedades democráticas pueden ser extremadamente totalitarias y procurar la destrucción fortaleciendo la negación de la propia identidad.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Leemos en <strong>Memorias de un turista</strong>, de Stendhall: "<em>Salida a Montparnasse en busca de libros. Es extraño: los autores que busco, los que me interesan, no se encuentran por ninguna parte."</em> Y decía<strong>Stéphane Mallarmé</strong>: "<em>Maldición; mis sentidos, mis sentidos, están tristes, ¡y ya he leído todos los libros!."</em> Es decir, lo que él consideraba buenos libros ante la avalancha de los muchos malos. La realidad viene a ser otra muy diferente al mundo totalitario de Bradbury. </span></div><div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div align="justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;">Hagamos la cuenta de la vieja: si lees un libro a la semana, empezando a los cinco años, y vives ochenta, habrás leído un total de 3.900 libros, un poco más de una décima parte del uno por ciento de los libros actualmente disponible. </span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Quizá resulte un poco prematuro que los críticos sociales anuncien la muerte de la cultura escrita</span><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;">. </span></span></div><div align="justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><br />
</span></span></div><div align="justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;">Estamos inundados de libros. Las mismas editoriales dedicadas a defender la lectura y los libros se ven obligadas a destruir numerosos ejemplares usándolos como pasta de papel o quemándolos. Esta práctica editorial, condena todos los libros invendibles. En determiandos casos, las editoriales procuran mantener en secreto esta información porque hay autores cuyos niveles de ventas no son lo que declaran.</span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Siempre he creído que la literatura no superará jamás su gratuidad. Por otra parte, la verdadera literatura, los verdaderos lectores, de siempre, han sido minoría. Dijo <strong>Lichtenbert</strong>: "<em>Los buenos libros hacen más ingenuos a los ingenuos, más inteligentes</em> <em>a los inteligentes, y los otros, varios millones, permanecen inmutables." </em>Nada insustancial ha cambiado desde <strong>Homero</strong> o <strong>Platón</strong> hasta hoy, pasando por <strong>Goethe</strong> o <strong>Kafka</strong>. Sigue habiendo gente que se sienta a escribir y gente que se sienta a leer. Ninguna forma represiva ha podido impedirlo, ninguna quema de libros ha sido capaz de interrumpir este ciclo.</span></div><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<div align="justify" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">No quiero, al elogiar el acto de leer, hacer una tarea de postulado, ni siquiera recomendarlo, ya que toda pasión tiene sus peligros. El que valga para leer, leerá. El amor a la lectura, como todos los demás amores, no se puede imponer. Una vez respondió <strong>Fernando Savater</strong> a la pregunta de cómo se imaginaba a alguien que no lee: "<em>Su</em> <em>cabeza debe ser como un desván vacío."</em> También discrepo de ello.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:</span></span><a href="http://fmaesteban.blogspot.com/2010/11/quemar-antes-y-despues-de-leer.html"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://fmaesteban.blogspot.com/2010/11/quemar-antes-y-despues-de-leer.html</span></a></div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-49961881547740530192010-09-18T21:04:00.000-07:002011-05-10T04:26:57.169-07:00Quema de libros, una estupidez<a href="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/TJWM6qdWnMI/AAAAAAAAB4c/DiMmrDGx3GU/s1600/quema+de+libros.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5518471857870118082" src="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/TJWM6qdWnMI/AAAAAAAAB4c/DiMmrDGx3GU/s400/quema+de+libros.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: right; height: 314px; margin: 0 0 10px 10px; width: 350px;" /></a><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"></span><br />
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;">Por:<strong> HERNANDO SALAZAR PALACIO</strong><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span">Era estúpida y provocadora la quema de ejemplares del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, que por fortuna abortó Terry Jones, un pastor cristiano de los Estados Unidos, líder de una iglesia de sólo 50 miembros.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span">Jones, quien gracias a su amenaza y al eco que le hicieron los medios, salió del anonimato, quería protestar contra el fundamentalismo islámico, responsable del ataque contra las Torres Gemelas.<br /></span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><b>De la primera quema de libros que tenemos memoria</b> en Occidente da cuenta Mario Madrid-Malo, en una extraordinaria serie que escribió para la Defensoría del Pueblo, llamada Siluetas para una historia de los Derechos Humanos.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />El autor cuenta que en el año 410 antes de Cristo, en tiempos de la septuagésima olimpiada de Atenas, el filósofo Protágoras de Abdera leyó ante sus amigos, en la casa del poeta Eurípides, un libro llamado "De los Dioses", donde ponía en duda la existencia de Dios.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />"De los dioses no sabré decir si los hay o no los hay, o cómo son, pues multitud de obstáculos me impiden saberlo: ya la oscuridad del asunto, ya la brevedad de la vida del hombre", decía uno de los apartes de la obra de Protágoras. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; font-size: small;">Expresar esa duda le ocasionó al autor el destierro de Atenas y la quema de sus libros en la plaza pública.</span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span">Pero ese fue apenas el comienzo de una larga cadena de quema de libros que traspasó las fronteras de la antigua Grecia y que han protagonizado regímenes e individuos de todos los pelambres. Ahí están la España de la Inquisición y de Franco, la Unión Soviética de Stalin, la China de Mao, la Alemania de Hitler, la Colombia de Rojas Pinilla y Laureano Gómez, y la Argentina de Videla.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />Y ahí están también los fundamentalistas islámicos que persiguen a quienes han caricaturizado a Mahoma o a escritores críticos como Salman Rushdie.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />La quema de libros es sólo una expresión, brutal, de la censura, algo que, a lo largo de la historia, siempre ha tentado a los gobernantes y a las sociedades, independientemente de sus ideologías y sus creencias.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />Pero no es con quema de libros como se defienden ideas o se promueven valores que sus seguidores consideran "políticamente correctos".</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />El premio Nobel de literatura surafricano J.M. Coetzee escribió un interesante ensayo sobre el tema, que se llama "Contra la Censura", donde propone una fórmula salomónica: "Si la burla correo el respeto por el Estado, si la blasfemia insulta a Dios, si la pornografía degrada las pasiones, sin duda bastará con que se alcen voces contrarias, más fuertes y convincentes, que defiendan la autoridad del Estado, alaben a Dios y exalten el amor casto".</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />Pero muchas veces el debate y la discusión no hacen parte del menú de opciones de los fundamentalistas que prefieren quemar libros para censurar a otros radicales.</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span"><br />El problema es que, por esa vía, como dice Madrid-Malo, "cuando en un país arden los libros, ha llegado la hora de temer por los hombres".</span></span></span></div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Fuente: </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: black; font-family: Georgia, serif; line-height: normal;"><a href="http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/opinion/86-columnistas/32776-quema-de-libros-una-estupidez.html"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/opinion/86-columnistas/32776-quema-de-libros-una-estupidez.html</span></a></span></span></div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-43595259681991870702010-09-15T19:54:00.000-07:002010-09-16T09:47:38.491-07:00Quema del Corán: crónica de un horror<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/TJJKCV6awQI/AAAAAAAAB4U/oLOwFVy4vPM/s1600/coran.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 277px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/TJJKCV6awQI/AAAAAAAAB4U/oLOwFVy4vPM/s400/coran.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5517553897584640258" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 12px; color: rgb(88, 89, 91); font-weight: 200; "><p style="text-align: justify;line-height: 1.2em; font-size: 14px; ">Por: <span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; line-height: normal; font-size: 12px; font-style: italic; ">Fernado Báez - elpais.com</span></p><p style="text-align: justify;line-height: 1.2em; font-size: 14px; ">Hace unos días, los miembros de una pequeña y desconocida iglesia cristiana de Florida anunciaron que quemarían ejemplares del <em></em>Corán, pero además que convertirían la fecha del 11-S en el día mundial de la destrucción de cualquier obra islámica. </p><p style="text-align: justify;line-height: 1.2em; font-size: 14px; ">El pastor Terry Jones, impertérrito ante la presión internacional, ha creado un enlace en Facebook que lleva el nombre de International Burn a Quran Day donde invita a colaborar con la hoguera que arderá en Gainesville el día prometido entre las seis y las nueve de la tarde.</p><p style="text-align: justify; line-height: 1.2em; "><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; font-size: medium; "><span class="Apple-style-span" style="font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; line-height: normal; font-size: 12px; "></span></span></p><p style="line-height: 1.2em; font-size: 14px; "></p><p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">Lo triste, lo trágico, es la cantidad de veces que este incidente ha ocurrido con consecuencias amargas. Heinrich Heine, por ejemplo, escribió en<span class="apple-converted-space"> </span><em><span style="font-family:Helvetica">Almansor</span></em>(1821): "Allí donde queman libros, acaban quemando hombres". La frase es bastante citada; lo que acaso se ha olvidado (no sé si por mala fe) es que se refiere a la quema de ejemplares del<span class="apple-converted-space"> </span>Corán ocurrido en la ciudad de Granada tras su conquista por los Reyes Católicos. A saber, un sacerdote llamado Francisco Jiménez de Cisneros, en 1500, ordenó recoger cualquier edición de libros árabes, y especialmente del<span class="apple-converted-space"> </span>Corán, y decidió que fueran sometidos al juicio implacable de las llamas. Más de 5.000 volúmenes fueron incinerados, pero como rasgo singular el sacerdote ha pasado a la historia como el fundador de la noble Universidad de Alcalá.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">Durante la captura de Trípoli, en 1109, los cruzados buscaron cualquier ejemplar del<span class="apple-converted-space"> </span>Corán para quemarlo. Pensaban que era una obra del mal y merecía el fuego. Asimismo, una misteriosa edición de 1537 del<span class="apple-converted-space"> </span>Corán, fue destruida por una instrucción directa del Papa. Hasta hace pocos años, se creía que no había quedado ninguna copia, pero en verdad hay una sola en el mundo, descubierta por Angela Nuovo en <st1:personname productid="la Biblioteca" st="on">la Biblioteca</st1:personname> dei Fratri Minori de San Michele, en Isola, Venecia. Podría tratarse de uno de los libros más raros de la historia.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">El 11 de junio de 1992 se anunció la ejecución de cuatro personas en la ciudad santa de Mashhad, provincia de Khorasan. Sus nombres eran: Javad Ganjkhanlou, Golamhossein Pourshirzad, Ali Sadeqi y Hamid Javid. Todos ellos fueron detenidos en Mashhad el 30 de mayo de 1992 en relación con los disturbios que se habían producido en esa ciudad. Se les declaró convictos de varios cargos, pero Ali Sadeqi fue también acusado de quemar miles de ejemplares del<span class="apple-converted-space"> </span>Corán, pues era el jefe del ataque contra el edificio de <st1:personname productid="la Organización" st="on">la Organización</st1:personname> de Propagación Islámica en la que ardió una gigantesca biblioteca.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">Se cree que desde 1992 hasta el final de la guerra en Bosnia, los serbios dañaron 188 bibliotecas -43 completamente destruidas- y devastaron 1.200 mezquitas, y esa cuenta aún está incompleta. Miles de ejemplares del<span class="apple-converted-space"> </span>Corán fueron purgados y desaparecidos.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">En 1998, un librero francés de cuyo nombre no quieren acordarse los medios europeos fue condenado a dos años de suspensión por destruir libros musulmanes y arábigos en una Biblioteca Municipal de París. El fanático escondía los libros árabes y los llevaba a su casa, donde los quemaba para evitar que pudieran leerse.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">En abril de 2003, durante la toma de Bagdad por las tropas de EE UU, cientos de ejemplares del Corán desaparecieron en el incendio de <st1:personname productid="la Biblioteca Nacional" st="on">la Biblioteca Nacional</st1:personname> y en el Centro Cultural Bayt Al Hikma.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">¿Por qué destruir el Corán? ¿Por qué tanto odio contra un libro? Un intento de entender lo que sucede debería señalar que el ataque responde al significado cultural y religioso del escrito. El islam, con 1.200 millones de seguidores, transformó el mundo con un mensaje que aún sigue vivo: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta". Al parecer, el ángel Gabriel reveló durante 23 años a Mahoma lo que vendría a ser el Corán, un conjunto de 114 suras o capítulos, compuestos de más de 6.000 aleyas. Con los años, esa obra, cuyo nombre alude a la recitación, sería sagrada. Baste decir que es imposible recitar el texto sin purificarse, que el libro es cuidadosamente envuelto en seda o en una tela adornada y colocado en una posición elevada y que la mayor gloria del musulmán es memorizarlo. Quienes lo hacen ganan el título de<span class="apple-converted-space"> </span><em><span style="font-family:Helvetica">Hafiz.</span></em><o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">Se cree que recitado de cierta manera produce milagros. La perfección de la caligrafía con que está escrito supone un acto piadoso. Antes de ser transcrito por Zhaid ibn Thabit, ocupó hojas de palmera, huesos planos de camello, piezas de madera o pergamino.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">Es imposible que el lector haya escuchado hablar de una computadora o de un coche sagrado, pero sabe (como lo supo Borges) de libros considerados sagrados. El libro viene a ser para muchas sociedades, además de un monumento a la memoria, una manifestación divina de un espíritu superior, como lo pone en evidencia que en 56 túneles de las montañas Chiltan en la comunidad de Quetta, en Pakistán, un grupo de sirvientes se desvive hoy por custodiar un cementerio con 70.000 bolsas que resguardan ejemplares dañados del Corán. Estos depósitos son llamados Jabal-E-Noor-Ul-Quran.<o:p></o:p></span></p> <p style="text-align:justify;line-height:14.4pt"><span style="font-size:10.5pt; font-family:Helvetica;color:#58595B">Y, sin embargo, como libro sagrado el Corán adquiere paradójicamente otra condición y es la de ser un libro perseguido como símbolo. Quienes hoy quieren quemarlo saben lo que hacen, al igual que sus predecesores: intentan cambiar el sentido de una fecha como el 11-S y provocar la más feroz persecución religiosa del siglo XXI.<o:p></o:p></span></p><p></p></span><p></p><p style="text-align: justify; line-height: 1.2em; "><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente: </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; line-height: normal; "><a href="http://www.analitica.com/va/arte/oya/8472689.asp"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.analitica.com/va/arte/oya/8472689.asp</span></a></span></p><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-14820859721828173642010-07-13T19:53:00.000-07:002011-04-26T04:09:21.212-07:00Clasicos de la literatura: Fahrenheit 451<span class="Apple-style-span" style="color: #2c2c29; font-family: Tahoma; font-size: 11px;"></span><br />
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 1px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 2px; padding-left: 2px; padding-right: 2px; padding-top: 2px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #2c2c29; font-family: Tahoma; font-size: 11px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b>Por: Micaela Desprès</b></span></span></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 1px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 2px; padding-left: 2px; padding-right: 2px; padding-top: 2px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #2c2c29; font-family: Tahoma; font-size: 11px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Esta novela forma parte de mi lista sobre los </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">libros que hay que leer antes de morir</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">. Clásico si los hay, no pueden dejar de meterse en sus páginas si es que aún no lo leyeron.</span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fahrenheit 451</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> carga con el peso de haberse convertido, quizás incluso a pesar de su autor, en un emblema de la libertad de expresión, la lucha contra la censura, el libre pensamiento y demás. ¿Por qué? Bueno, básicamente porque describe un futuro extraño y terrible en el que está terminantemente prohibo leer, y donde los libros deben ser quemados sin contemplaciones. Justamente el título hace alusión a la temperatura en la que el papel de los libros arde y se quema.</span></span></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 1px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 2px; padding-left: 2px; padding-right: 2px; padding-top: 2px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #2c2c29; font-family: Tahoma; font-size: 11px;"><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fahrenheit 451</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> es una novela </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">distópica</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, es decir, una utopía cuya concreción de algún modo terminó perjudicando </span></span></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="color: #2c2c29; font-family: Tahoma; font-size: 11px;"><a href="http://www.ivreality.com.ar/2010/07/10/clasicos-de-la-literatura-fahrenheit-451/image001/" rel="attachment wp-att-8125" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #807d7a; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><img alt="" class="alignright size-medium wp-image-8125" height="330" src="http://www.ivreality.com.ar/wp-content/uploads/2010/07/image001-200x330.jpg" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-color: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1px; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-style: initial; border-top-color: black; border-top-style: solid; border-top-width: 1px; float: right; margin-bottom: 5px; margin-left: 10px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;" title="Fahrenheit 451" width="200" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">a la humanidad. La distopía es como una utopía perversa, donde las cosas transcurren al revés de como debería ser una sociedad ideal. Suele usarse sobre todo en términos de ficción, ya que la distopía suele llevarse a términos apocalípticos. Fahrenheit fue escrita por</span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> Ray Bradbury</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, escritor estadounidense de ciencia ficción y terror, nacido el 22 de agosto de 1920. Es autor también de </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Crónicas Marcianas</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, entre otros títulos. En cuanto a la novela que nos toca repasar, inicialmente fue publicada por capítulos en la revista </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><em style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Galaxy Science Fiction</span></span></em></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> de febrero de 1951. Tuvo luego una primera edición en 1953 y, un año después, volvió a serializarse pero esta vez en la revista</span></span><em style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Playboy.</span></span></strong></em></span></div>
</span><div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 1px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 2px; padding-left: 2px; padding-right: 2px; padding-top: 2px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En la trama de </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fahrenheit 451</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guy Montag</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> es un bombero. Pero no uno tradicional, de esos que apagan incendios, sino que pertenece a una brigada que se ocupa de generarlos. Precisamente para quemar libros. Porque en la sociedad en la que vive Montag, leer esta prohibido. Porque hace pensar, y eso no se puede, y porque se supone que leer impide ser felíz, al menos en los términos que establece ese futuro distópico: ser felices calma a las fieras, trabajan y no se quejan. Además, leer hace que los hombres se diferencien, y en esa sociedad deben ser todos iguales a la fuerza. Aunque Montag realiza su labor convencido de los objetivos, cuando conoce a Clarisse McClellan, sus indiscutidos ideales empezarán a resquebrajarse. Nada de spoilers, a leer se ha dicho.</span></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 1px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 2px; padding-left: 2px; padding-right: 2px; padding-top: 2px; vertical-align: baseline;">
<strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="http://www.ivreality.com.ar/2010/07/10/clasicos-de-la-literatura-fahrenheit-451/fahrenheit451dvdportada/" rel="attachment wp-att-8126" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #807d7a; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><img alt="" class="alignleft size-thumbnail wp-image-8126" height="171" src="http://www.ivreality.com.ar/wp-content/uploads/2010/07/fahrenheit451DVDportada-150x214.jpg" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-color: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1px; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-style: initial; border-top-color: black; border-top-style: solid; border-top-width: 1px; float: left; margin-bottom: 5px; margin-left: 0px; margin-right: 10px; margin-top: 5px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;" title="Fahrenheit 451, la peli" width="120" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"></span></strong></div>
<strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma; font-weight: normal;"><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fahrenheit 451</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> tuvo muchas interpretaciones políticas. Se lo tomó como una crítica a la censura de libros aplicada en Estados Unidos por el presidente</span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> Joseph McCarthy</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, aunque Bradbury dijo que también se podía aplicar a los efectos de los medios masivos en el hábito de la lectura. La idea que atraviesa el libro es clara y universal: cada uno puede encontrar ejemplos que cuadren y serán válidos, creo yo. En 1966 se realizó una </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">película</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> homónima sobre el libro, dirigida por</span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">François Truffaut</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">. Inspiró además el libro de </span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Michael Moore</span></span></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">,</span></span><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><em style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fahrenheit 9/11</span></span></em></strong><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, y una obra de teatro llamada</span></span><em style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><strong style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: transparent; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> Fahrenheit 56k</span></span></strong></em><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, sobre la libertad de expresión en internet, o algo así :P No se lo pierdan.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma; font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma; font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente: </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Tahoma; font-weight: normal;"><a href="http://www.ivreality.com.ar/tag/fahrenheit-451/"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.ivreality.com.ar/tag/fahrenheit-451/</span></a></span></div>
</span></strong></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-47961156112263998412009-11-22T19:23:00.000-08:002009-11-22T19:36:51.656-08:00Quemar después de leer<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SwoBteGs7VI/AAAAAAAABno/Flu23HeTMtg/s1600/fahrenheit--300x180.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 180px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SwoBteGs7VI/AAAAAAAABno/Flu23HeTMtg/s400/fahrenheit--300x180.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407136183298616658" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Arial;font-size:130%;color:#666666;"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 18px;font-size:14px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: normal; font-size:12px;"><h2 class="subhead" style="text-align: justify; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 5px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; font-weight: normal; font-size:16px;"><ln id="story-subtitulo" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color:#000099;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El cine y la literatura nos han contado trágicas destrucciones bibliográficas como la histórica recogida en "Ágora",</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> de Alejandro Amenábar.</span></span></ln></h2></span></span></span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Arial;font-size:100%;color:#666666;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 11px;">.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Arial;font-size:7;color:#666666;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 48px; line-height: 18px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(102, 102, 102); line-height: 18px; font-family:Arial;font-size:14px;">Uno de los momentos culminantes de la película 'Ágora', la controvertida, exitosa y comentadísima película de Alejandro Amenábar, acontece cuando la famosa y mítica Biblioteca de Alejandría es saqueada por los furibundos cristianos, que se hacen con todos los documentos en ella archivados y les prenden fuego.</span></div><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-family:Arial;font-size:12px;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:130%;color:#666666;"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 18px;font-size:14px;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(102, 102, 102); line-height: 18px; font-size:14px;"><div style="text-align: justify;">La imagen de Hypatia, mujer y figura más destacada de las ciencias y la filosofía de la antigüedad tardía, y de su padre Teón, también conocido matemático y astrónomo, exigiendo a sus esclavos que se hagan con los papiros y rollos más importantes depositados en los anaqueles de la Biblioteca, en un inútil intento por salvarlos de la destrucción, es la imagen de la impotencia, la frustración y la desesperación ante la comisión de uno de esos crímenes de lesa humanidad a la que los hombres de todos los credos, religiones, razas y procedencias nos han acostumbrado desde el origen de la civilización.</div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: normal; font-size:12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(102, 102, 102); line-height: 18px; font-size:14px;"><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">En realidad, el saqueo que refleja la película de Amenábar no sería sino uno más de los varios que sufrió la Biblioteca, que ya en tiempos de Julio César habría sido gravemente lastimada tras la derrota de Pompeyo en Farsalia, cuando el enemigo de Roma se refugió en Egipto. De hecho, la leyenda cuenta que Marco Antonio hizo trasladar doscientos mil manuscritos de la Biblioteca de Pérgamo a la de Alejandría, como regalo a su amada Cleopatra y en compensación por los daños sufridos por el tesoro bibliográfico de la ciudad mediterránea.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">A lo largo de la historia, el incendio de manuscritos, libros, legajos y tratados sobre las más variadas disciplinas religiosas, técnicas o científicas, tenidas por heréticas o contra natura, ha sido moneda de cambio habitual. Así, el califa Omar mandó destruir miles de libros que supuestamente atentaban contra el Corán y demás preceptos de la religión islámica y, siglos después, tenemos que recordar la quema de libros musulmanes que, el 23 de febrero de 1502, se realizó en la granadina Plaza Bib-Rambla por orden de los Reyes Católicos.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">El cine y la literatura, en algunas de sus obras más renombradas, nos han contado estas trágicas destrucciones bibliográficas. Una de las más famosas acaeció en una misteriosa e ignota abadía de los Alpes Italianos, en el siglo XIV, en el marco de la célebre polémica acerca de la pobreza de los apóstoles y, por ende, de la Iglesia en su conjunto, que enfrentó a los franciscanos con el Papado y los influyentes dominicos.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">'El nombre de la rosa', dirigida por el francés Jean- Jaques Annaud en 1986, adaptó a la gran pantalla la celebérrima novela de Umberto Eco en la que fray Guillermo de Baskerville y el joven novicio Adso de Melk se ven involucrados en la investigación de una cadena de asesinatos cuyo origen está en un libro considerado maldito, el libro segundo de la 'Poética' de Aristóteles, que estaría dedicado al humor y a la comedia, dando fe de que la risa es un efectivo y potente transmisor de la verdad.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><strong class="strong" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><div style="text-align: justify; ">Tesoro bibliotecario </div></strong><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Pocos momentos más intensos en la carrera cinematográfica de Sean Connery como aquél en que consigue introducirse en la gran biblioteca de la abadía y descubre el fastuoso tesoro que alberga: cientos, miles de libros, que ocupan decenas de estanterías, muchos de los cuáles se habían considerado irremisiblemente perdidos. La cara de Connery, feliz y dichoso como un niño pequeño, consigue transmitir el entusiasmo de los amantes de los libros cuando se encuentran con imprevistas joyas bibliográficas de valor incalculable.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Un placer directamente proporcional a la pesadumbre que le causa el devastador incendio provocado por el venerable Jorge cuando, intentando arrancar el libro de Aristóteles de las manos de fray Guillermo, prende una llama que se propaga rápidamente por la abadía, ardiendo el papel y la madera a una velocidad vertiginosa. Como Hypatia en la Biblioteca de Alejandría, el franciscano intentará salvar algunos libros, pero su cara de angustia denota el intenso dolor que le provoca ver cómo, frente a sus ojos y sin que pueda hacer nada por evitarlo, desaparece una parte trascendental de la historia, la literatura y la filosofía generadas por el hombre.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Otros de los grandes enemigos del conocimiento que no se adaptara a su credo, más avanzado el tiempo, fueron los nazis. En su odio contra los judíos y en la defensa del credo de los arios, no dudaron en confiscar y encerrar bajo siete llaves lo que llamaron «arte degenerado» y, por supuesto, estuvieron encantados de organizar su particular aquelarre libresco, en la Bebelplatz de Berlín, el 10 de mayo de 1933, sobre la que Steven Spielberg ironizó en uno de los momentos más humorísticos de su aventurera saga de Indiana Jones, cuando el arqueólogo se dio de bruces con el mismísimo Hitler, que en vez de arrojar el cuaderno cargado de pistas sobre el Grial terminaría firmando un autógrafo en el mismo.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Aunque por razones distintas, en 'El Quijote' también arden libros. Porque las fieles mujeres que cuidaban a Alonso Quijano, cuando vieron la demencia que le aquejó de tanto leer libros de caballería, arramblaron con toda su biblioteca y la redujeron a cenizas, a modo de venganza.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Y precisamente con ese acto purificador y vengativo conecta el personaje de Pepe Carvalho, el detective surgido de la fértil imaginación de Manuel Vázquez Montalbán, cuya costumbre de encender la chimenea de su casa de Vallvidrera quemando un libro indignaba a los progres españoles, que lo consideraban toda una provocación en un país con bajísimos índices de lectura. Para Vázquez Montalbán, dicha inveterada costumbre de Carvalho era una forma de protestar contra esa cultura impostada, cínica y mentirosa de tanto sujeto supuestamente ilustrado que, sin embargo, era notoriamente inmoral en su vida personal y/o profesional. Toda una reivindicación de una vida libre, real y auténtica, fuera de los límites impuestos por la sociedad bienpensante que, proveniente de la dictadura, seguía dirigiendo el destino de los españoles.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><strong class="strong" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><div style="text-align: justify; ">El clásico de Truffaut </div></strong><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Aunque, por supuesto, cuando hablamos de quemar libros, obligatoriamente tenemos que referirnos al célebre clásico 'Fahrenheit 451', la novela de Ray Bradbury publicada en 1953, que fue adaptada al cine por Françoise Truffaut en 1966 y cuyo título hace referencia a la temperatura a la que arde el papel.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">En esta pesadillesca historia de ¿ciencia ficción?, el protagonismo recae en el cuerpo de bomberos. Unos bomberos cuyo cometido no es apagar fuegos sino que, muy al contrario, su misión es la de quemar libros ya que la lectura ha sido prohibida. El gobierno, velando por el bien de sus ciudadanos, constató que leer no era bueno para la salud: hacía pensar a las personas, las llevaba a cuestionarse las cosas (incluidas las directrices gubernamentales), se angustiaban y, por tanto, no eran felices. Por eso, la lectura quedó proscrita y tener libros era un delito.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Sin embargo, Guy Montag, uno de esos bomberos, es un amante de los libros, atesorador de una inmensa biblioteca que, por razón de su trabajo, se ve obligado a incendiar, en uno de los momentos más intensos de la historia del cine. Sin embargo, consigue salvar un libro y, desde ese momento, tiene una misión: memorizarlo palabra por palabra, íntegramente, hasta convertirse él mismo en un Hombre Libro, de forma que, aunque desaparezca el soporte material, su espíritu siga vivo. Y precisamente de 'Fahrenheit 451' me acuerdo siempre que oigo hablar del libro electrónico, ese e-book que, por fin, parece abrirse paso en el mercado editorial español.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Si la popularización del DVD y el Home Cinema para ver películas o el auge de los MP3 y los archivos digitales para escuchar música a través del ordenador han sido aceptados sin mucha dificultad, integrándose a nuestra vida cotidiana sin generar grandes rechazos, lo del libro electrónico parece más controvertido, más impopular, como si admitirlo fuera una especie de traición al libro de siempre, al papel, a la imprenta. </div><div style="text-align: justify; "><br /></div></span><h2 class="subhead" style="text-align: justify; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 5px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; font-weight: normal; font-size: 16px; "><ln id="story-subtitulo" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color:#000099;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(102, 102, 102); line-height: 18px; font-size:14px;">Y, sin embargo, cuando vemos las inmensas posibilidades del e-book, fácilmente transportable y en el que caben miles de páginas, ofreciendo las condiciones óptimas de iluminación para disfrutar de la mejor lectura, que permite subrayar e interactuar con el texto... ¿cómo no pensar en lo que Guy Montag, Hypatia de Alejandría o Guillermo de Baskerville hubieran dado por tener en sus manos uno de esos libros electrónicos?</span></span></ln></h2></span><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div><br /></div></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-90008548656373862162009-07-20T16:03:00.000-07:002009-07-20T16:11:14.898-07:00Fahrenheit 451, versión electrónica<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SmT4uVlDhbI/AAAAAAAABZI/2hWllW7TVXM/s1600-h/1248015987_0.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 367px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SmT4uVlDhbI/AAAAAAAABZI/2hWllW7TVXM/s400/1248015987_0.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5360682931427968434" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">19 de julio de 2009.- <span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="color:#3333FF;">Como muchos otros convencidos del libro electrónico leo con preocupación la última estupidez de Amazon. La compañía se ha disparado en el pie al eliminar de cientos de Kindles dos obras. La empresa editora carecía de los derechos de publicación de estos libros y Amazon ha procedido a quitar las copias que se habían vendido de las memorias de los Kindle y ha restituido el dinero pagado por ellas en las cuentas de los usuarios.</span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Todo esto sin pedir permiso a quienes habían comprado de forma legítima las obras, que se han levantado por la mañana con dos libros menos en su "estantería digital". Para más cachondeo, los dos libros han sido 1984 y Rebelión en la Granja de Orwell.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Esto, como denuncia Lauren Weinstein, fundador del PRIVACY Forum, es similar a que Amazon se cuele en tu casa, robe los libros físicos que has comprado y deje en su lugar el dinero que pagaste por ellos. La compañía ha pedido perdón (aunque no restaurará las copias) y ha asegurado que nunca volverá a hacer algo parecido pero con su acción ha dejado ver dos problemas en la actual industria de la distribución de contenidos digitales.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Primero, que el comprador es menos importante que el proveedor de contenido. Amazon prefiere estar a bien con la editorial antes que con el usuario. Lo lógico hubiera sido informar a los que compraron las obras del problema, denunciar al editor que vendió los textos sin los derechos y, como mucho, ofrecer la posibilidad de recompra de los textos si alguien está interesado.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Segundo, que los usuarios compramos canciones, vídeos o libros electrónicos pensando que el modelo de propiedad es similar al del mundo analógico, pero muchas veces las tiendas incluyen cláusulas en los contratos de ventas —esas que nunca leemos- que dan a entender lo contrario. Al comprar un libro con Kindle estamos comprando derechos ilimitados de lectura pero no necesariamente tenemos posesión de le obra o si la tenemos puede ser revocada por Amazon. A esto hay que añadir los famosos DRM, que impiden hacer con el libro digital algo tan básico y normal como prestar el libro a un amigo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Ha costado bastante esfuerzo crear plataformas donde la gente se sienta segura a la hora de comprar contenido digital. Personalmente alabo la iniciativa de Kindle porque está abriendo el libro electrónico al gran público. Yo utilizo un libro electrónico de Sony porque considero que el modelo de Amazon es muy cerrado (en mi Sony puedo introducir los textos que quiera de diferentes fuentes) y la descarga inalámbrica de Kindle, una de sus mejores características, está limitada a EE.UU.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Pero si de repente empezamos a cambiar los términos de algo tan sencillo como debe ser que cuando se compra algo, ese algo pasa a ser de tu propiedad todo este esfuerzo va a irse al garete. Si una copia ilegal de un libro me permite hacer lo que debería ser justo hacer con un libro de mi propiedad y la copia legal no, me van a faltar segundos para arrancar el programa de descarga de torrents.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';">Tal y como está planteado todo este asunto en la actualidad, quienes pagan por la música (afortunadamente la industria musical ha cambiado bastante en el último año y varias tiendas ya ofrecen canciones sin DRM), las películas y los libros son los que obtienen copias más limitadas y con esta metida de pata de Amazon no sólo se pone de manifiesto esto, sino que se añade un nada tranquilizador componente de censura. <span class="Apple-style-span" style="color:#CC0000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:large;">¿Qué pasará si un día un gobierno pide a Amazon que elimine de los Kindle una lista de "libros prohibidos", comprados de forma legítima? ¿En qué se diferencia esto de amontonarlos en la calle y encender una cerilla?</span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';font-size:180%;color:#CC0000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:18px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';color:#CC0000;"><span class="Apple-style-span" style="color:#000000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Fuente:</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); font-family:Georgia;"><a href="http://navegante2.elmundo.es/navegante/2009/07/19/gadgetoblog/1248015987.html"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">http://navegante2.elmundo.es/navegante/2009/07/19/gadgetoblog/1248015987.html</span></a></span></span></div></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-81645839922671961692008-06-02T07:33:00.000-07:002008-12-10T03:36:42.750-08:00Otras inquisiciones<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SEQFoyJncdI/AAAAAAAAAb4/UxY3740648c/s1600-h/1933-may-10-berlin-book-burning.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 169px; height: 134px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SEQFoyJncdI/AAAAAAAAAb4/UxY3740648c/s320/1933-may-10-berlin-book-burning.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5207293267362148818" border="0" /></a><br />La destrucción de libros tiene una historia ya muy larga y ominosa como para ignorar que acompañó al hombre desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, la investigación sobre quema y destrucción de bibliotecas enteras es mucho más reciente y convoca debates y políticas de la memoria. Biblioclastía (Eudeba) es un valiosísimo volumen que reúne el esfuerzo colectivo por investigar en esta materia desde diferentes perspectivas, incluyendo diversos textos, ensayos y una obra de teatro. <a name="formu_mail"></a> <div id="xmail" style="display: none;"> <form action="/usuarios/enviar.php" method="post" name="formu" onsubmit="return check_enviar_nota()" id="form_mail"> <div class="cerrar">[<a href="javascript:;" onclick="mail(1)">cerrar</a>]</div> <h4>Comparta esta nota con un amigo</h4> <table> <tbody><tr> <td>E-Mail de su amigo<br /><br /><br /></td> <td><input name="amigoemail" type="text"><br /><br /><br /></td> </tr> <tr> <td>Su nombre<br /><br /><br /></td> <td><input name="nombre" type="text"><br /><br /><br /></td> </tr> <tr> <td>Su E-Mail<br /><br /><br /></td> <td><input name="tuemail" type="text"><br /><br /><br /></td> </tr> <tr> <td>Comentario<br /><br /><br /></td> <td><textarea name="comentario" cols="30" rows="4"></textarea><br /><br /><br /></td> </tr> <tr> <td><br /><br /><br /></td> <td><input name="url" value="/diario/suplementos/libros/10-3059-2008-06-01.html" type="hidden"><input value="Enviar" name="enviar" type="submit"><br /><br /><br /></td> </tr> </tbody></table> </form> </div> <p class="autor">Por Gabriel Lerman</p> <div style="font-size: 13px;" id="cuerpo"><p class="margen0">Bibliocastía” es una palabra que no figura en el diccionario pero que significa, según Hernán Invernizzi y Judith Gociol, cualquier tipo de destrucción de libros. En el prólogo al libro Biblioclastía. (Los robos, la represión y sus resistencias en Bibliotecas, Archivos y Museos de Latinoamérica), compilado por Tomás Solari y Jorge Gómez, Invernizzi y Gociol reseñan distintos casos de exterminio de libros, situándolos como parte de una política deliberada y no casual ni secundaria de acción política de la última dictadura militar, es decir, irónicamente, como parte de su política cultural. Noventa mil volúmenes de Eudeba que desaparecieron de su oficina céntrica el 27 de febrero de 1977 y nunca más se supo de ellos. El mismo mes, la policía santafesina quemó 80 mil libros de la Biblioteca Constancio Vigil y detuvieron a algunos miembros de su comisión directiva. En junio de 1980, un juez federal ordenó a la Policía Bonaerense la quema de 24 toneladas de libros pertenecientes al Centro Editor de América Latina, uno de los proyectos editoriales de distribución masiva más extraordinarios de las décadas anteriores. Y hubo quemas domésticas de libros por miedo y por autocensura. “Numerosos documentos, la existencia de grupos de investigación, la inversión en infraestructura, etc., demuestran, por el contrario, que cultura, educación y comunicación eran asuntos de primera importancia para la conducción de la dictadura militar. Sin ir más lejos, la Dirección General de Publicaciones (Ministerio del Interior) ocupaba todo un edificio de siete plantas en la calle Moreno al 700”, dicen Invernizzi y Gociol.</p> <h4>¿SIN OLVIDO MORIRE?</h4> <p>Entre olvidar y recordar, tal vez sea válida, primero, la opción de conocer. Pero antes que eso es necesario contar con la posibilidad misma de renunciar a conocer. No querer saber, romper con el pasado acaso implique un paso previo, un roce necesario con la materia a descuidar, a eludir. Un saber que está ahí para esquivarlo, para dejarlo de lado. Al menos con la toma de responsabilidad transitoria de que un pasaje por alto en el presente me permitirá regresar en el momento menos pensado. La diferencia entre esa cita postergada y el olvido pleno son los archivos y las bibliotecas, son los libros, los papeles, es el registro, el fichaje de lo acontecido como espacios físicos que preservan una última instancia de consulta. El problema no es sencillo y una sociedad con las mejores bibliotecas puede ser la más brutal y cruel repetidora de abyecciones. Las buenas gestiones documentales y bibliotecológicas del cuadrante noroccidental del planeta suelen promover y fomentar una cultura de la conservación y el patrimonialismo tangible e intangible es uno de los hits actuales de la gestión cultural. Pero esas sociedades no tienen por qué ser modelos, y acaso no lo sean. Nietzsche aborrecía de la historia. Nietzsche creía que el exceso de estudios históricos da nacimiento, en una época, a la ilusión de que ella posee más que cualquier otra época esa virtud, la más rara de todas, que se llama justicia. El exceso de estudios históricos, decía Nietzsche, desarrolla un estado de espíritu peligroso, el escepticismo, y otro estado de espíritu más peligroso aún: el cinismo. Y concluía que esos espíritus se orientan hacia un practicismo receloso y egoísta que paraliza y destruye la fuerza vital.</p> <p>Pero sucede que la destrucción de libros y testimonios del pasado, para perturbación de Nietzsche, no ha sido necesariamente tarea de hombres libres, de voluntades desenvueltas, sino acciones políticas de individuos de carne y hueso que buscaron agredir a otros, destruir su ropaje, sus palabras, desnudar sus mochilas y matar su identidad. La destrucción de libros, y por lo tanto de culturas, ha sido parte central de la lucha política, así lo han entendido dictaduras, grupos fascistas y fuerzas de choque. De manera que una política de la preservación, en América latina, es algo más que la puesta en acto de un principio de orden cívico elemental. Y el derecho a la memoria, como principio del derecho a la información, adquiere una espesura política equivalente al derecho al sufragio; las libertades democráticas parecen fines antes que medios.</p> <h4>FICHA DE PRESTAMO</h4> <p>Según comentan Solari y Gómez en la introducción de Biblioclastía, en marzo de 2006, cuando los treinta años del golpe, se presentaron en paralelo el Concurso Latinoamericano Fernando Báez y la obra de teatro Biblioclastas, escrita por el propio Jorge Gómez y por María Victoria Ramos. La coincidencia no fue casual y tuvo como eje la problemática de la censura de los regímenes militares en el continente americano. Un año más tarde, la Biblioteca Nacional fue sede del anuncio de los ganadores del concurso y de otra puesta en escena de la obra, que expone, inspirada en la banalidad del mal, la sórdida y trivial convivencia de dos burócratas incineradores de libros. Los trabajos elegidos por el concurso, reunidos ahora en este libro junto al texto teatral, revisan un panorama versátil y profuso sobre la piromanía y la violencia antiintelectual. Un jurado integrado por Horacio González, María del Carmen Bianchi, Hugo García, Carlos Laforgue y Claudio Agosto optó por trabajos sobre la ciudad de La Plata durante la dictadura (Florencia Bossié), sobre los archivos eclesiásticos y la Iglesia Católica en Brasil (Cristian José Oliveira Santos), sobre la relación entre bibliotecas y militares en Córdoba entre 1976 y 1983 (Federico Zeballos), sobre colecciones de audio en bibliotecas indígenas (Daniel Canosa), sobre la destrucción de la memoria oficial en Bolivia (Luis Oporto Ordóñez), sobre los contrabandistas de La Vigil (Natalia García), sobre libros y publicaciones del judaísmo progresista en Argentina (Beatriz Kessler), sobre Gardel y la memoria porteña (Julián Barsky).</p> <p>El libro Biblioclastía bien podría ubicarse en toda biblioteca entre los ejemplares de referencia, junto a los atlas, los diccionarios biográficos, toponímicos y de sinónimos, junto a los catálogos bibliográficos de aquí y de allá. Es un libro, como aquel otro Un golpe a los libros, como el reciente Palabra viva editado por la SEA y Conabip sobre los escritores desaparecidos, como los cepillajes a contrapelo de Roberto Baschetti, Osvaldo Bayer, Gabriel Rot, Sergio Bufano, Horacio Pittaluga, Horacio Tarcus y tantos otros menos conocidos que aquí y ahora reparan un folleto, deshumifican, barren hongos y suben al escritorio una cita con el dolor, quienes, en suma, se dedican a la bibliotecología forense e introducen un alerta sobre la cultura contemporánea, desafían a no dar por cerradas prematuramente las fuentes primarias o secundarias, avisan que no todo está escrito ni investigado, que siempre falta algo y ese algo siempre está entre nosotros.</p> <h4>LA QUEMA</h4> <p>En la segunda parte del libro, se incluyen varias reflexiones sobre Biblioclastas y el texto completo de la obra. “Los autores de esta pieza –dice Osvaldo Bayer– nos han dejado una joya de nuestra estupidez humana. Ya no zonceras argentinas, la viveza cerril, zafia. Se queman libros y ya está. Se prohíbe y ya está. Se lo tira desde aviones al río, y ya está. Videla, sonriente: ‘No están ni vivos ni muertos, están desaparecidos’. Los dos personajes de Biblioclastas son así. Pero también son dulces y aman a un pajarito, hasta las lágrimas. A los libros hay que darles picana, como a sus autores. Zurdos. Hay que quemarlos como lo hacía la Inquisición. Y mientras queman libros los muchachos se divierten.”</p> <p>Los tipos están en un sótano y reciben llamados que bajan el pulgar: tal libro, al incinerador. La barbarie burocratizada en el silencio de una frialdad de edificio público. Nada más normal que la quema de libros. La normalidad como una ecuación de la muerte en vida, la forma en que se construye la paz de los cementerios, una utopía espartana: empobrecer la cultura, quitarle bordes, matices, horizontes, aplanar su fronda y su relieve.</p> <p>En Estados Unidos, tras el atentado a las Torres Gemelas, se sancionó el Acta Patriótica, que entre otras cosas vulneraba la confidencialidad de los lectores en sus consultas a las bibliotecas públicas. Los primeros en reaccionar fueron los bibliotecarios, auténticos disidentes en el uso de facultades constitucionales.</p> <h4>SABER SUFRIR</h4> <p>La intempestiva nietzscheana es, en algún sentido, un cruce directo al conservadurismo ramplón, al miedo. En esa línea, recordar es cosa de débiles, de timoratos. Ese brutal desenmascaramiento del acopio retentivo de saberes es un chuceo al que viviendo en la obsesión por el pasado se vuelve con la vida presente, al que escatima gastos en una coyuntura dada porque un saber dictado, previo, se lo indica y lo atemoriza. Más que prudente, el recuerdo alumbra un Bartleby de la historia, un soldado que huye creyendo servir para otra guerra, un preferiría no hacerlo que le baja el precio al presente, lo arruga y esmerila, lo condena de antemano. Usar la libertad, claro, incluye la cláusula, la capacidad de sortear el conocimiento de la historia para poder actuar. Pero, ¿se puede vivir sin historia, sin libros? Si aún quedara alguna duda, el individuo intentará sumergirse en lo que sobre aquel pasado haya quedado registro, por lo tanto se hundirá en los documentos y no en el pasado, se hundirá en quienes intentaron representarlo, y tendrá el derecho de dudar de las fuentes, de las mediaciones que la historización le imponga.</p> <p>El problema de la historia y el entredicho perpetuo con la renuncia a la historia o con la necesaria explosión vital del presente, del aquí y ahora sin más, es que nadie puede arrogarse el derecho de quemar las cartas, de destruir los testimonios. El único que tiene derecho a olvidar y no destruir es el individuo o un colectivo específico en un acto concreto de selección y exclusión, de superación. Y, por cierto, algunos de los custodios de ese aparente residuo de la historia, de lo que queda por fuera, lo dejado de lado, lo olvidado, en una cruenta e ingrata tarea, son los bibliotecarios, los archivistas. Las bibliotecas, por otra parte, no tienen por qué ser universales. Y de todas formas, no sólo sobre ellos pesa la tarea. Quien vuelve sobre los documentos es otro historiador, otro relato, otra historia. Y además existe una historia intangible, en nuestras palabras y en nuestros cuerpos. Ese desborde infinito del pasado casi indiferenciado, experiencias, aullidos, víctimas, vías muertas, caminos sin salida, ruinas o intentos, da cuenta, como dice Benjamin, de una verdad: que nada de lo que una vez haya acontecido ha de darse por perdido para la historia.</p></div><br /><br /><br />Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-3059-2008<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-4935918587099130242008-05-13T03:35:00.000-07:002008-12-10T03:36:46.205-08:00Donde se queman libros...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SClvlKpPevI/AAAAAAAAAYY/ToSGRQMHc2I/s1600-h/f018mh02.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SClvlKpPevI/AAAAAAAAAYY/ToSGRQMHc2I/s320/f018mh02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199809929079126770" border="0" /></a><br /><div id="fuenteDeLaNoticia">PAOLA ÁLVAREZ<br />BERLÍN</div> <p><b>"Era un día lluvioso con ambiente de entierro. La caravana de estudiantes recorrió las calles de Berlín pasando por Oranienburgerstrasse, la Puerta de Brandenburgo y Unter den Linden hasta llegar a la Bebelplatz. La caravana que recogía los libros era escoltada por la policía y los bomberos, que aportaron gasolina extra para que la lluvia no apagara las llamas",</b> relata Christoph Markfphief, presidente de la Universidad Humboldt. Fueron los alumnos de la entonces Universidad Friedrich Wilhelm los que encabezaron la siniestra quema de libros en Berlín el 10 de mayo de 1933, hace ahora 75 años. El ritual <i>auto de fe</i> --como se le llamó-- se repitió en otras 20 ciudades de Alemania. Pero es aquí, en la Bebelplatz del centro de Berlín, donde un monumento clavado al suelo muestra las estanterías vacías que simbolizan la quema de las obras de autores como Karl Marx, Sigmund Freud, Thomas Mann y otros tantos célebres librepensadores. <i>Donde se queman libros, se terminan quemando también personas</i>, reza la frase de Heinrich Heine de la placa conmemorativa.<br />Aquí, a iniciativa del Instituto Cervantes de Berlín, se unieron ayer personajes del mundo de la cultura, la política y las ciencias sociales para recordar lo sucedido, porque, como van repitiendo uno a uno, solo a través del recuerdo puede impedirse que regresen los errores cometidos en el pasado. <b>"La gente que vivió esa época empieza a desaparecer y se corre el peligro de que los jóvenes olviden la importancia de lo que ocurrió; en Alemania vuelve a crecer la tendencia a la extrema derecha entre los jóvenes, y actos así deben ayudar a recordar las terribles consecuencias que siguieron a la quema de libros",</b> comenta Dorothea Knust.<br /><br />Versos de Brecht<br />La cantante acaba de bajar del escenario, donde ha cantado unos versos de Bertol Brecht. <b>"Brecht sigue siendo un autor tan actual. Él veía venir el peligro mucho antes de que pasara esto",</b> cuenta Dorothea para explicar la elección de su intervención. Por el mismo escenario pasaron ayer figuras como Sami Naïr, los escritores catalanes Jaume Cabré y Carme Riera o el politólogo Ignacio Sotelo. Este último finalizó su intervención contestando al público la pregunta que él mismo se hizo cuando le ofrecieron participar en un acto así organizado por un instituto español: <b>"Los españoles no hemos creado todavía la claridad suficiente para enfrentarnos a nuestra historia y decir lo que hay que decir de la Inquisición; la derecha sigue hablando de la leyenda negra y la leyenda negra es una parte importantísima de nuestra historia; creo que actos como este deben servir para que los españoles tengan conciencia de su propia historia".</b><br /><br />Arden los conventos<br />Para los asistentes también parecía ser comprensible. En los folletos que se repartían entre el público se citan varios ejemplos: <b>"En el periodo de la Segunda República española, el 10 y el 11 de mayo de 1931, se quemaron las bibliotecas y archivos de los conventos. En octubre de 1934, Franco hizo destruir más de 257 bibliotecas. La Comisión para la Depuración de Bibliotecas incautó los libros definidos como pornográficos, revolucionarios y nocivos para la moral pública. En 1937 quemó la Biblioteca Nacional en Madrid".</b> Otras <i>quemas de libros</i> que también se recuerdan hoy. <b>"Los españoles tienen mucho que aprender del ejercicio de recuerdo que practica Alemania. España ni siquiera ha conseguido aún enfrentarse sinceramente a su guerra civil",</b> comenta un profesor alemán.<br />Pero no todo es relacionar a España con lo ocurrido. El acto continuó con intervenciones de profesores y actores alemanes. Presentes están el recuerdo y la vergüenza, pero sorprende que 75 años después siga sin haber una aclaración.<br />En una de sus crónicas berlinesas el escritor Joseph Roth escribía sobre la quema de libros en el otoño del 33 (ya desde París): <b>"La Europa espiritual se rinde; se rinde por debilidad, por indecisión, por pereza, por inconsciencia. En estos días en que la humareda de nuestros libros quemados sube hacia el cielo, nosotros, los escritores alemanes de sangre judía, debemos ante todo reconocer que hemos sido derrotados".</b> A pesar del ambiente y la corona de flores por los libros <i>asesinados</i>, en el aire queda la pregunta de si se han encontrado las razones de la rendición y si Joseph Roth pensaría que el mundo de hoy ha superado esa derrota.<br /></p> Fuente: http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=508271&idseccio_PK=1007<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com3