8 dic 2008

Dime cómo buscas y te diré quién eres


Que Google se ha convertido en el buscador por defecto de casi todos los internautas es bien sabido, pero ¿cómo se utiliza el buscador? En este artículo estudiamos a los Googlenautas arquetipo y sus costumbres.

Si un día Google se transformara de un buscador en un sistema operativo, habría gente que ni se daría cuenta del cambio. Muchos internautas utilizan el buscador como una verdadera herramienta multiusos, mientras que otros le sacan el máximo partido estudiando cada detalle de su funcionamiento.

Vamos a ver algunos de los arquetipos de googlenautas más comunes. Es posible que te identifiques con más de uno.


El novato

Acaba de llegar a Internet, y el hecho de disponer de un portal de acceso a tan ingente cantidad de información le supera. Utiliza Google como manera de acceder a Internet... a cualquier "cosa" de Internet, y el concepto de "multitasking" le supera. Cuando tiene que abrir una nueva ventana del "Explorer" cierra la que tiene abierta para ver el icono de acceso directo en el escritorio.

Si tiene que ir a una página, no teclea la URL en la barra de direcciones, sino directamente en Google, y utiliza el primer enlace que ve para dirigirse a ella. Claro está que no siempre la teclea bien, pero por suerte Google está siempre listo para entender aquello que un usuario novel quiere.

Son pasto fácil de las páginas de phishing, dado que si éstas consiguen posicionarse bien para búsquedas comunes (especialmente las mal escritas), estos usuarios las toman como auténticas. Al fin y al cabo, están en Google, ¿no?


El listillo

Otra variante del novato es el listillo.

Suele tener tan poca idea como el primero, pero mucha más iniciativa, y cree que Internet es el proverbial monte de orégano, donde puedes encontrar de todo... y -ésta es la palabra mágica- gratis.


La mayoría de búsquedas que realiza llevan esta palabra, ya sea literalmente o conceptualmente: "juegos gratis", "programas gratis", "internet gratis", y un largo etcétera.
Claro está que no tiene en cuenta que en Internet también tiene "spyware gratis", "virus gratis", "suplantación de identidad gratis", y un etcétera todavía más largo. Son los típicos amigos o familiares que nos pedirán que le revisemos el ordenador porque "va lento" y cuando les expliquemos que tiene más virus que un laboratorio de armas biológicas se extrañarán haciendo alusión a que su ordenador ya le venía con un antivirus.


El estándar

Sin embargo, el más común es aquel que utiliza Google como una herramienta más, sustituyendo a la antigua enciclopedia como obra de referencia para todas sus consultas. Suele caer en el error de pensar que casi todo lo que se dice en Internet es cierto, y el hecho de que un blog con aspecto serio comente una cosa debe querer decir que es una fuente fiable.

Esto va relacionado con su capacidad de búsqueda, que se limita a palabras concretas y pocos intentos para encontrar información adicional.


El obsesivo compulsivo

Para un "buscador obsesivo compulsivo", cada búsqueda es simplemente una manera de encontrar la siguiente. Su curiosidad es casi infinita (como su tiempo libre) y cada respuesta le genera una nueva pregunta... pregunta a la que por suerte encontrará respuesta, de nuevo, gracias a Google.

Los "BOC" pueden ser confundidos con la gente que no tiene nada interesante que hacer en el trabajo y tiene bloqueados casi todos los puertos de "entretenimiento" (messenger, skype, y demás), y su única vía de escape es realizar búsquedas en Google.


El desconfiado

Nos acercamos a la parte alta de la pirámide de usuarios de Google, los más exigentes con el buscador y mucho más escépticos con la información que gracias a él encontramos. El desconfiado es el usuario avanzado, el que repite las búsquedas con otros términos e intenta encontrar las dos versiones de una historia.


Es el que ha leído que "olor de multitudes" es incorrecto según determinadas páginas web, siendo "loor de multitudes" lo recomendado, pero entonces busca algo más y resulta que lo correcto es "olor de multitud(es)" por venir de la fórmula "olor de santidad". Y como éste, un centenar de casos más.


El experto

En la cumbre de la pirámide tenemos al experto, el que no únicamente es desconfiado, sino que exprime al máximo las posibilidades del buscador. Conoce todos sus trucos, cómo evitar las páginas que no le interesan de un vistazo a los resultados, y cómo utilizar las búsquedas transversales, no buscando por términos específicamente relacionados con el tema sino con otros que están relacionados con los primeros.

Aplica todos los recursos a su disposición, como los traductores online, para encontrar información fiable, sin importar en qué idioma esté, o los selectores de términos de aplicaciones como AdWords para saber por dónde comenzar a buscar unos datos especialmente difíciles de encontrar.

Y tú ¿de qué tipo eres?


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